Después de muchos años regresé. Ahí estaba todavía, más viejo y completamente desnudo. Su piel agrietada y gris mostraba las cicatrices del tiempo y el olvido. Sus brazos apuntando al cielo, parecían albergar la esperanza de que un poco de agua lo rejuveneciera. Recordé entonces cuando, aún pequeño, en el límite del patio, mi padre y yo lo plantamos. El tropel de remembranzas que le siguió me hizo sentir también desnudo.
Pepe Le Pew
09 de August de 2020 / 11:25
Él y yo 09 de August de 2020 / 11:25
Pepe Le Pew
Taller 17 de August de 2020 / 13:43
Lucía
 

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