Toda la vida padeció de burlas, de miradas de compasión, de lástima involuntaria. Entró al quirófano segura de su decisión, feliz de cambiar el rostro que la atormentaba. Lo difícil la despedida de esa imagen, sino que, en el fondo, en su mente, en sus sueños y en sus tratos con todos los demás, a pesar de la piel tersa, la nariz perfecta, el mentón con hoyuelo coqueto, nunca dejó de sentirse diferente, fuera de lugar, inadecuada.
Hechicero
10 de February de 2017 / 05:41
DISMORFIA 10 de February de 2017 / 05:41
Hechicero
 

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