La reflexión es... provocativa. Creo que esa es la palabra clave. Honestamente, escudriñar más en las motivaciones de un pederasta no forma parte de mi lista de prioridades.

Aquí va otra vez:

Dar clases por Internet no es igual que hacerlo en forma presencial, como antes de la pandemia y la prolongada cuarentena. Extraña el aula, el pizarrón, la tertulia con los demás maestros a la hora del almuerzo, pero más que nada, extraña la provocativa tibieza de los cuerpos infantiles.

Abrazo