La cuarentena es una aberración cotidiana, una suerte de rutina cacofónica para ella. Al cancelarse los contratos para cubrir interinatos en varios orfanatos, sin alegatos, hizo tratos inmediatos con tres ingratos sindicatos y desde casa, hoy captura datos y llena los formatos para dos comisariatos. En su hogar, no usa los zapatos, no padece de maltratos ni dolores de omoplatos. Duerme a ratos cuando escribe sus relatos y por las noches, sufre a veces de arrebatos si oye afuera los silbatos; lava platos, tiene gatos y una vieja alergia a los fosfatos. Mientras busca candidatos, no desea concubinatos ni amasiatos poco gratos, tampoco amistad con mentecatos, mojigatos, timoratos o literatos insensatos o novatos. En el encierro, limita carbohidratos y para no sentirse sola, se acompaña de retratos mientras hace garabatos.
Donostiarra
19 de June de 2020 / 03:05
La señorita Serratos 19 de June de 2020 / 03:05
Donostiarra
Taller 24 de June de 2020 / 20:41
F.C. Perezcardenas
 

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