Cambio de costumbres
El pasillo de la casa parece ser más largo de lo que pensé. Hay cosas que siempre han estado ahí, pero por su familiaridad pasan desapercibidas. En una esquina están los paraguas que usábamos para protegernos de la lluvia y el sol, los ganchos donde colgábamos nuestros abrigos de uso diario. Las puertas del armario permanecen cerradas, pero es un hecho que los zapatos y sandalias están ahí. Hay un olor en todo nuestro hogar a aire estancado. El polvo del encierro permea todo. Como no salimos, estamos desnudos y nos ha dado por pintar nuestro cuerpo a la usanza de los guerreros aztecas. Por las noches hacemos guardia en nuestro lado de la casa y durante el día esperamos a que alguno de nuestros hijos se descuide para tomarlo prisionero y sacrificarlo a los dioses para que acaben con la pandemia.
Black Dot
17 de June de 2020 / 08:59
17 de June de 2020 / 08:59
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