Letargo
Era tanto el sueño que Aurelio despertaba solo pocos minutos entre el día y la noche. Entonces, ingería sus pastillas despertadoras, primero dos, luego cuatro, finalmente una dosis de ocho pero no le producían efecto alguno. Necesitaba despertar para descansar, exhausto en su somnolencia, debilidad y ausencia de agilidad mental.
Así pasaron los años hasta que, el día de su despedida, despertó para siempre.
Así pasaron los años hasta que, el día de su despedida, despertó para siempre.
esleongo
05 de February de 2017 / 08:35
05 de February de 2017 / 08:35
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