El confinamiento lo pone muy nervioso. Camina como fiera enjaulada dentro de su casa y fuma un cigarrillo tras otro mientras espera a que termine el suplicio del encierro. Parece adivinar que, de cualquier manera, sucumbirá a causa de la pandemia. Si no lo mata hoy el virus, mañana será la nicotina. Jamás se permitirá sucumbir ante la claustrofobia. A sabiendas de dónde termina el viaje y cuál es el camino, solo pisa el acelerador para llegar más rápido al final.
Serpico
13 de June de 2020 / 21:09
Presentimiento 13 de June de 2020 / 21:09
Serpico
Taller 20 de June de 2020 / 02:51
Laura Elisa Vizcaíno
Gracias. Va de nuevo, corregido. 23 de June de 2020 / 03:26
Serpico
Ok 23 de June de 2020 / 19:50
Laura Elisa Vizcaíno
 

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