Nuestro juez de abril 2020, el escritor colombiano Luis Luna, nos da a conocer su veredicto:

Comentario general
Ante todo un aplauso a quienes participaron del evento, tanto talleristas como asistentes y el esfuerzo que supone encomendarse a un tema unificador para el efecto, aunque “forzado”.
El microrrelato ganador pudo estar entre un puñado de trabajos. Si bien la mayoría sucumbió en las primeras instancias ante la guadaña arrogante y decapitadora, después de varias pasadas por el cedazo la selección se afinó al punto de desechar por faltas nimias*, algunas obras exquisitas.

VEREDICTO

Primer puesto:

Frente a los paparazzi

Además de huérfana, ella es la única soltera entre las celebridades que desfilan por parejas sobre la alfombra roja. Extraña la compañía de Vincent a su lado. Al posar frente a las cámaras, se siente pequeña, desnuda y algo incómoda al compartir créditos con sus congéneres acompañadas por personajes como el Sr. Spock, Yoda, Dumbo, Bugs Bunny y Topo Gigio. Sonríe con modestia para el fotógrafo: ingresar al Salón de la Fama, no es algo que le ocurra a una oreja todos los días.

Autor/a: Pseudónimo
Tallerista: Patricia Mejías


Finalistas:

Consejos
Mírame a mí, no se requieren lienzos, pinceles ni nada de esa parafernalia –le aconsejaba a una colega–. Estar ligada a un artista, una separación abrupta, algo de misterio y rumores; en fin, escándalo, es lo necesario para convertirte en celebridad. Acuérdate, antes de ser "La oreja de Van Gogh", yo no era nadie.
Autor/a: Simbad
Tallerista: Mónica Brasca

Brillo inspirador
En un principio, al dibujar, colocaba el lápiz sobre la oreja mientras pensaba. Más tarde, los pinceles. Ahí comenzaron los problemas de Van Gogh; el pelo y la cara terminaban llenos de pintura por culpa de ese soporte improvisado que había que eliminar. Una noche, el brillo de las estrellas reflejado en el filo de la navaja le inspiró la solución.
Autor/a: Jonnhy Pinto
Tallerista: F.C. Pérez-Cádenas


Un argumento convincente
–Paul, ¿por qué no logro que mis obras destaquen? – preguntó un agobiado van Gogh a su amigo Gauguin, y añadió–, ¿por qué no puedo expresar lo que quiero?
–Tu visión del mundo es tan amplia y variada como lo que tienes entre las orejas –respondió éste.
Fue entonces cuando Vincent decidió que era hora de expandir el horizonte.
Autor/a: Pseudónimo
Tallerista: Lucía Casas Rey
Del microrrelato ganador podría decirse que cumple con los atributos de una buena pieza de minificción. Ante todo —por evidente que parezca— cuenta una historia, ya que en ocasiones se suele caer o colindar, en y con el aforismo, la sentencia o la reflexión.
Desde la presentación del personaje, el relato nos lleva hacia el territorio del equívoco instalándonos después en una realidad conocida, eso sí, con galanes de ficción. Por último y apelando al germen temático del ejercicio propuesto, desemboca en el absurdo con un cierre de ruptura, invitando ¡oh, júbilo! a leer de nuevo.

*Es de anotar, que tratándose de brevedad en el relato, quien escribe debe apelar aún más al rigor, incluso a la terquedad en el uso de cada palabra y de cada recurso que nos ofrece el idioma. La albura en el vestido de la novia siempre se verá eclipsada por la impertinencia de una lágrima de salsa de tomate en su corpiño.

https://www.luislunamaldonado.com/