Soy enfermera en un hospital público. Por la noche, desde sus balcones, los ciudadanos agradecidos me coronan de aplausos por mi tarea tan noble en esta época de pandemia. Una hora después, al llegar a mi departamento, los vecinos me miran con recelo y me esquivan. Hoy el consorcio me envió una carta. Me agradecerían que me mudara; temen que traiga el corona a casa.
Rayuela
16 de May de 2020 / 10:03
Contrastes 16 de May de 2020 / 10:03
Rayuela
TALLER 17 de May de 2020 / 13:16
José M. Nuévalos
 

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