Ya no hay trenes es un testimonio que, de estampa en estampa, de estación en estación, evoca la historia de una niña con una vida singular -como la de todos los niños- y que, en tal particularidad, el lector descubre un relato universal. Rosario Ramos, Salas, escritora del norte del país, en este su segundo libro se da a la tarea de reconstruir el propio "paraíso perdido", mundo, sí, lleno de inocencia, pero también poblado de fantasmas, situaciones amargas y matices de diferente índole que, poco a poco, como sucede en los largos viajes, van descubriendo la riqueza de un paisaje dulce y luminosos a la vez que agreste y duro. Con Ya no hay trenes, Rosario Ramos Salas mereció uno de los apoyos que la Dirección de Cultura de Torreón otroga, bajo el programa Financiarte, para promover a nivel nacional la obra de autores residentes en la región.
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