La primera edición de este libro se llamó Banco del narrador. Claves para aprender a escribir. El editor propuso Manual del narrador. Claves para aprender a escribir. Como no tengo carácter, acepté. No es un manual, le dije. Algunos críticos opinaron lo mismo. Llamarlo Biblia del narrador es pretencioso, han dicho ahora. Me importa un diputado federal y tres locales. Sigo los consejos de mis maestros, humilde sólo ante el oficio. Ha sido mi Biblia, es mi Biblia. Mi libro de libros, escribe Marco Aurelio Carballo y agrega: son puntos de vista de mis autores favoritos o de autores con gran capacidad para dar lecciones de narrativa. Ser autodidacto significa la independencia llevada al extremo, y su peor desventaja radica en el atraso con que halla, leyendo aquí y allá, lo que busca para evitar los errores comunes.
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