Ilusión

Tras disfrutar del vino y manjares en un lujoso restaurante, él se arrodilló para proponerle matrimonio a su pareja. De improviso, un chirrido interrumpió la petición y los contornos de las cosas empezaron a temblar. La onda desfiguró el rostro de su amada en dos sonrisas, a la vez que los alimentos se volvían mendrugos de pan sobre una tabla y, en lugar de una sortija, se materializaba una piedra entre sus zarpas. El hombre fue hacia la máquina y le dio una patada para volver a ponerla en funcionamiento. Al igual que una nevada, las imágenes fueron a ocupar su lugar como si empollaran la realidad bajo sus alas pixeladas. Aliviado, vio de vuelta el anillo de diamantes sobre la palma de una mano humana que, sin el maquillaje de los hologramas, estaría deformada por la radiación circundante..