Selección del día 9
Selección: Los árboles mueren de pie de Wolf
TALLER
Los árboles mueren de pie de Wolf
Camino a paso de tortuga. No quiero ir al velorio pero Luciana insiste. “Era tu mejor amigo”, dice. Y tiene razón. Hace una semana me había llamado para que nos reuniéramos a jugar al pool, como antes. Le dije que no podía, que tenía que levantarme temprano para llevar los chicos a la escuela. Mentí. Al colegio siempre los lleva Luciana. Me detengo como una mula a una cuadra de la sala velatoria, y mi mujer dice: “No tengas miedo, yo voy a estar a tu lado”. Ella está conmigo pero pudo haber estado con él. Hace veinte años jugamos unos partidos de pool que definirían nuestras vidas. Luciana nunca lo supo pero los dos andábamos atrás de ella. Nuestra amistad corría peligro. Dijimos: “El mejor de una serie a cinco partidos tiene vía libre con Luciana, el otro se hace a un lado”. Sobra decir que estábamos medio borrachos, pero siempre fuimos tipos de palabra. Cuando metí la bola ocho, que ponía la serie tres a dos, él se quedó sereno como un árbol, un poco emulando el título de aquella obra que habíamos leído en el colegio “Los árboles mueren de pie”. Luciana me tira del brazo. Yo me casé con ella, tuvimos tres hijos, somos felices. Él permaneció soltero. Y se distanció para no estorbar. El otro día me llamó para jugar al pool. “Una última partida”, dijo. Le contesté que no podía. Mentí. Estaba enfermo y le restaban pocos días, supe después. Luciana me ayuda a traspasar el umbral. Pienso que si yo hubiese perdido la serie, yo me hubiera quedado soltero como él. Así la amábamos. Les damos nuestro pésame a los padres y nos acercamos al féretro. Lagrimeó. Luciana me consuela. Él me llamó para jugar al pool y yo le dije que no podía.
Mentí.
Taller
La culpa por haber ganado la partida persigue al personaje ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera aceptado ese último juego? Seleccionada, te espero en mi correo Wolf
El amor de cero
Dicen que es solo conveniencia, una trampa de la naturaleza. Como ejemplo el caso de Muerte, que para no morir, ha hecho cualquier cosa con tal de mantener viva a Vida.
Taller
Cero: no me parece que estemos ante una microficción. Saludos.
Descubrimiento de Esleongo
Acabo de darme cuenta de que algo inusual me ha ocurrido, no sé si hace un rato o mucho más; no puedo moverme y no percibo mi respiración, tampoco logro saber dónde es arriba y dónde abajo. La obscuridad no me permite saber si veo o no veo y no escucho ni el silencio. Cualquiera diría que he fallecido, pero no, porque siento como si fueran gusanillos los que recorren mi cuerpo.
Taller:
Esleongo, lo siento como un juego de palabras cuyo significado no está claro. Tiende más a reflexión que a un minicuento. saludos
El origen de las lenguas muertas (viene del día 7) de Enigmática
La hora a todos nos llega, pero cuando te toca a ti no sabes que decir. Lo sé por propia experiencia, y porque aprendí latín de mi difunta esposa.
Taller: Sapo te dice que la mini está fuera de tema. A mí me ocurre que no termino de captar el significado
o el juego de palabras a que nos remites con tu texto. Creo habértelo expresado con anterioridad, porque
este es el estilo en todos tus trabajos; pero una minificción (para mí) debe ser casi una iluminación, algo
que al “toque” se entienda, se deguste, penetre en quien la lea y provoque ese goce especial.
Si tengo que andar pesando tanto sobre qué pretendió decir el autor…, pues para mí no va.
Saludos Enigmática.
.
TALLER
Los árboles mueren de pie de Wolf
Camino a paso de tortuga. No quiero ir al velorio pero Luciana insiste. “Era tu mejor amigo”, dice. Y tiene razón. Hace una semana me había llamado para que nos reuniéramos a jugar al pool, como antes. Le dije que no podía, que tenía que levantarme temprano para llevar los chicos a la escuela. Mentí. Al colegio siempre los lleva Luciana. Me detengo como una mula a una cuadra de la sala velatoria, y mi mujer dice: “No tengas miedo, yo voy a estar a tu lado”. Ella está conmigo pero pudo haber estado con él. Hace veinte años jugamos unos partidos de pool que definirían nuestras vidas. Luciana nunca lo supo pero los dos andábamos atrás de ella. Nuestra amistad corría peligro. Dijimos: “El mejor de una serie a cinco partidos tiene vía libre con Luciana, el otro se hace a un lado”. Sobra decir que estábamos medio borrachos, pero siempre fuimos tipos de palabra. Cuando metí la bola ocho, que ponía la serie tres a dos, él se quedó sereno como un árbol, un poco emulando el título de aquella obra que habíamos leído en el colegio “Los árboles mueren de pie”. Luciana me tira del brazo. Yo me casé con ella, tuvimos tres hijos, somos felices. Él permaneció soltero. Y se distanció para no estorbar. El otro día me llamó para jugar al pool. “Una última partida”, dijo. Le contesté que no podía. Mentí. Estaba enfermo y le restaban pocos días, supe después. Luciana me ayuda a traspasar el umbral. Pienso que si yo hubiese perdido la serie, yo me hubiera quedado soltero como él. Así la amábamos. Les damos nuestro pésame a los padres y nos acercamos al féretro. Lagrimeó. Luciana me consuela. Él me llamó para jugar al pool y yo le dije que no podía.
Mentí.
Taller
La culpa por haber ganado la partida persigue al personaje ¿Qué hubiera ocurrido si hubiera aceptado ese último juego? Seleccionada, te espero en mi correo Wolf
El amor de cero
Dicen que es solo conveniencia, una trampa de la naturaleza. Como ejemplo el caso de Muerte, que para no morir, ha hecho cualquier cosa con tal de mantener viva a Vida.
Taller
Cero: no me parece que estemos ante una microficción. Saludos.
Descubrimiento de Esleongo
Acabo de darme cuenta de que algo inusual me ha ocurrido, no sé si hace un rato o mucho más; no puedo moverme y no percibo mi respiración, tampoco logro saber dónde es arriba y dónde abajo. La obscuridad no me permite saber si veo o no veo y no escucho ni el silencio. Cualquiera diría que he fallecido, pero no, porque siento como si fueran gusanillos los que recorren mi cuerpo.
Taller:
Esleongo, lo siento como un juego de palabras cuyo significado no está claro. Tiende más a reflexión que a un minicuento. saludos
El origen de las lenguas muertas (viene del día 7) de Enigmática
La hora a todos nos llega, pero cuando te toca a ti no sabes que decir. Lo sé por propia experiencia, y porque aprendí latín de mi difunta esposa.
Taller: Sapo te dice que la mini está fuera de tema. A mí me ocurre que no termino de captar el significado
o el juego de palabras a que nos remites con tu texto. Creo habértelo expresado con anterioridad, porque
este es el estilo en todos tus trabajos; pero una minificción (para mí) debe ser casi una iluminación, algo
que al “toque” se entienda, se deguste, penetre en quien la lea y provoque ese goce especial.
Si tengo que andar pesando tanto sobre qué pretendió decir el autor…, pues para mí no va.
Saludos Enigmática.
.
Lucía
25 de October de 2018 / 16:45
25 de October de 2018 / 16:45
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.