Selección y Taller del día 9
Estimados: sé que la culpable soy yo de tan tremenda demora, pero les pido encarecidamente una pronta respuesta a aquellas que he seleccionado. Mi correo es LuciaCasasRey@gmail.com
Saludos cordiales.
Seleccionadas:
-Sesión de Innominada
-Atracción turística de Black Dot
-Antes del mar de Anubis
Sesión de Innominada
“Nuestras noches de jueves son imperdibles no sé desde cuándo. Mi semana termina y comienza sin recordarlo para nada, sumida en mis diversas ocupaciones; pero se llega el jueves y todo cambia. Despido temprano a la muchacha, encierro a los perros y salgo puntual a las siete, a mi caminata por la playa.
Me encuentro con él: alto, esbelto, de inexpresivos ojos oscuros y facciones extrañas, pero lleno de fuego.
Le revelo que tengo una sospecha: creo que estoy embarazada. Él consiente como si ya lo supiera. Me pierdo en su voz, en el arrullo del mar y poco antes del amanecer se despide de mí. Flota por encima de las olas y desaparece, junto con otras esferas luminosas”.
La mujer calla y mira a su alrededor. Doce pares de ojos perplejos están fijos en ella. Recuerda dónde está. Olvida una vez más su jueves especial y reinicia la terapia de grupo.
TALLER
Hola Innominada: la historia responde al tema. Pocas cosas para corregir: “…se llega el jueves…” el pronombre SE está demás. Vuelves a repetir jueves, podría cambiarlo por “llega el día”. Tampoco es necesario informar sobre la hora.
Te espero en mi correo, trata de hacerlo pronto, sé que la falta es mía pero te pido prontitud para no demorar más al taller. Saludos. Seleccionada.
EL PASILLO AL MUNDO INVERSO Solannie92
Elena siempre ha sentido curiosidad por un libro en la biblioteca de consulta de su trabajo, que es a veces algo tedioso y exasperante pasa siempre metida en los números, fórmulas y métodos complejos. Al final decidió leerlo pero al sacarlo de su sitio descubrió en sí un mundo nuevo, pues un pasillo la guío al mundo inverso descubriendo nuevas especies, nuevos soles, dos climas diferentes y animales parlanchines. El tiempo no transcurría ahí, una hora en su oficina equivalía a milésimas de segundos en ese fantástico mundo donde el mapache Levius-con características de ornitorrinco-le presentaba otras ideas y una nueva profesión llena de diversión en la que Persea- su mano derecha que es una mariposa extravagante con plumas en sus alas-sería su secretaria para formar las cátedras de la historia de esta maravilla que nadie más conocía. Toda esa historia se plasmaría en un único ejemplar revelado a los seres humanos-en exposiciones-aburridos que se dedican a pasar sus días en pasatiempos que no los nutren y que los ayudaría a sobrellevar sus cargas y convertirlas en algo con sentido de humor y alegría. Elena estuvo de acuerdo, pues siempre había soñado encontrar algo así de refrescante y descubrir que eso se escondía en su trabajo le hizo ver que encontramos lo más inesperado en los lugares menos pensados y que nos están aguardando celosamente mientras estamos distraídos.
TALLER
Hola Solannie92: Encuentro serios problemas en la puntuación y en el exceso de datos. La historia se vuelve muy confusa. Trata de reescribirla utilizando frases más cortas y puntos apartes cuando cambias de tema. Saludos
Atracción turística de Black Dot
La pobre criatura esta encadenada del cuello a un pesado bloque de cemento sumergido en medio de la empalizada. Para nadar con ella, los pescadores, cobran cien dólares. Los únicos que pueden pagar eso son los turistas americanos; rubios pecosos que dicen amar las emociones fuertes. Claro que ellos no saben que le han arrancado los filosos dientes para que no muerda y también la lengua para que no cante la sirena.
Hola Black Dot: Ya de por sí la incursión de una sirena en el mundo cotidiano es un hecho insólito y si está encadenada y etc., se naturaliza una situación nada convencional. Me pregunto yo si entra dentro del tema, me respondo que la situación es tan insólita que sí puede ser.
Además del acento o la tilde que falta en el título me parece que se debe invertir la expresión final: “…que la sirena no cante.” Seleccionada.
Antes del mar de Anubis
Todas las tardes, el anciano se sentaba frente al mar con una fotografía amarillenta, también de cara al mar, a su lado.
—Hace un poco de frío, Marta, pero el solcito está lindo, ¿no? —decía, y posaba una mano, a forma de abrazo, sobre el marco de la imagen.
A veces, el viejo agarraba la foto y caminaba hasta el borde mismo del agua, porque, según él, ella se lo pedía, y se quedaba allí, conversando con los recuerdos, como un árbol conversa con los pájaros.
Yo, para descansar de mi hábito de correr, solía sentarme junto a la pareja. La primera vez que lo hice, el viejo se molestó y no me devolvió el saludo. Pero, unos minutos después, me dijo:
—Marta acaba de regañarme por maleducado. Disculpe, usted, joven. ¡Buenas tardes!
—¡Buenas tardes! —le volví a decir, sonriendo, y nos demoramos casi una hora charlando.
Cada tanto intervenía en la conversación Marta, que estaba al día con las noticias, ya que por las mañanas, entre mate y mate, el viejo le leía los diarios. Lo más curioso, no obstante, era que ella y yo coincidimos en nuestro gusto por Nino Bravo; gusto que en mi caso heredé de mi abuela. Al cabo, cuando me puse de pie, el viejo me dijo:
—Marta quiere saber si mañana también puede detenerse un ratito a conversar… que a mí, dice, me hace bien.
Ese pedido desde la soledad me dio pena y no pude negarme.
Así, entre charla y charla, se nos fueron tres meses, hasta que el viernes pasado hallé al pobre viejo sin vida. Tenía una mano posada sobre el marco de la foto, pero en la foto, Marta, permítaseme la cita, brillaba por su ausencia. Entonces, perplejo, aparté la vista y descubrí a aquella pareja de jóvenes que, antes de meterse al mar, me saludaba afectuosamente.
TALLER
Hola Anubis: el tema es especial para vos, muchas sino todas de tus miniffciones podrían participar. Seleccionada.
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Saludos cordiales.
Seleccionadas:
-Sesión de Innominada
-Atracción turística de Black Dot
-Antes del mar de Anubis
Sesión de Innominada
“Nuestras noches de jueves son imperdibles no sé desde cuándo. Mi semana termina y comienza sin recordarlo para nada, sumida en mis diversas ocupaciones; pero se llega el jueves y todo cambia. Despido temprano a la muchacha, encierro a los perros y salgo puntual a las siete, a mi caminata por la playa.
Me encuentro con él: alto, esbelto, de inexpresivos ojos oscuros y facciones extrañas, pero lleno de fuego.
Le revelo que tengo una sospecha: creo que estoy embarazada. Él consiente como si ya lo supiera. Me pierdo en su voz, en el arrullo del mar y poco antes del amanecer se despide de mí. Flota por encima de las olas y desaparece, junto con otras esferas luminosas”.
La mujer calla y mira a su alrededor. Doce pares de ojos perplejos están fijos en ella. Recuerda dónde está. Olvida una vez más su jueves especial y reinicia la terapia de grupo.
TALLER
Hola Innominada: la historia responde al tema. Pocas cosas para corregir: “…se llega el jueves…” el pronombre SE está demás. Vuelves a repetir jueves, podría cambiarlo por “llega el día”. Tampoco es necesario informar sobre la hora.
Te espero en mi correo, trata de hacerlo pronto, sé que la falta es mía pero te pido prontitud para no demorar más al taller. Saludos. Seleccionada.
EL PASILLO AL MUNDO INVERSO Solannie92
Elena siempre ha sentido curiosidad por un libro en la biblioteca de consulta de su trabajo, que es a veces algo tedioso y exasperante pasa siempre metida en los números, fórmulas y métodos complejos. Al final decidió leerlo pero al sacarlo de su sitio descubrió en sí un mundo nuevo, pues un pasillo la guío al mundo inverso descubriendo nuevas especies, nuevos soles, dos climas diferentes y animales parlanchines. El tiempo no transcurría ahí, una hora en su oficina equivalía a milésimas de segundos en ese fantástico mundo donde el mapache Levius-con características de ornitorrinco-le presentaba otras ideas y una nueva profesión llena de diversión en la que Persea- su mano derecha que es una mariposa extravagante con plumas en sus alas-sería su secretaria para formar las cátedras de la historia de esta maravilla que nadie más conocía. Toda esa historia se plasmaría en un único ejemplar revelado a los seres humanos-en exposiciones-aburridos que se dedican a pasar sus días en pasatiempos que no los nutren y que los ayudaría a sobrellevar sus cargas y convertirlas en algo con sentido de humor y alegría. Elena estuvo de acuerdo, pues siempre había soñado encontrar algo así de refrescante y descubrir que eso se escondía en su trabajo le hizo ver que encontramos lo más inesperado en los lugares menos pensados y que nos están aguardando celosamente mientras estamos distraídos.
TALLER
Hola Solannie92: Encuentro serios problemas en la puntuación y en el exceso de datos. La historia se vuelve muy confusa. Trata de reescribirla utilizando frases más cortas y puntos apartes cuando cambias de tema. Saludos
Atracción turística de Black Dot
La pobre criatura esta encadenada del cuello a un pesado bloque de cemento sumergido en medio de la empalizada. Para nadar con ella, los pescadores, cobran cien dólares. Los únicos que pueden pagar eso son los turistas americanos; rubios pecosos que dicen amar las emociones fuertes. Claro que ellos no saben que le han arrancado los filosos dientes para que no muerda y también la lengua para que no cante la sirena.
Hola Black Dot: Ya de por sí la incursión de una sirena en el mundo cotidiano es un hecho insólito y si está encadenada y etc., se naturaliza una situación nada convencional. Me pregunto yo si entra dentro del tema, me respondo que la situación es tan insólita que sí puede ser.
Además del acento o la tilde que falta en el título me parece que se debe invertir la expresión final: “…que la sirena no cante.” Seleccionada.
Antes del mar de Anubis
Todas las tardes, el anciano se sentaba frente al mar con una fotografía amarillenta, también de cara al mar, a su lado.
—Hace un poco de frío, Marta, pero el solcito está lindo, ¿no? —decía, y posaba una mano, a forma de abrazo, sobre el marco de la imagen.
A veces, el viejo agarraba la foto y caminaba hasta el borde mismo del agua, porque, según él, ella se lo pedía, y se quedaba allí, conversando con los recuerdos, como un árbol conversa con los pájaros.
Yo, para descansar de mi hábito de correr, solía sentarme junto a la pareja. La primera vez que lo hice, el viejo se molestó y no me devolvió el saludo. Pero, unos minutos después, me dijo:
—Marta acaba de regañarme por maleducado. Disculpe, usted, joven. ¡Buenas tardes!
—¡Buenas tardes! —le volví a decir, sonriendo, y nos demoramos casi una hora charlando.
Cada tanto intervenía en la conversación Marta, que estaba al día con las noticias, ya que por las mañanas, entre mate y mate, el viejo le leía los diarios. Lo más curioso, no obstante, era que ella y yo coincidimos en nuestro gusto por Nino Bravo; gusto que en mi caso heredé de mi abuela. Al cabo, cuando me puse de pie, el viejo me dijo:
—Marta quiere saber si mañana también puede detenerse un ratito a conversar… que a mí, dice, me hace bien.
Ese pedido desde la soledad me dio pena y no pude negarme.
Así, entre charla y charla, se nos fueron tres meses, hasta que el viernes pasado hallé al pobre viejo sin vida. Tenía una mano posada sobre el marco de la foto, pero en la foto, Marta, permítaseme la cita, brillaba por su ausencia. Entonces, perplejo, aparté la vista y descubrí a aquella pareja de jóvenes que, antes de meterse al mar, me saludaba afectuosamente.
TALLER
Hola Anubis: el tema es especial para vos, muchas sino todas de tus miniffciones podrían participar. Seleccionada.
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Lucía
03 de September de 2018 / 10:11
03 de September de 2018 / 10:11
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