Veredicto de enero de 2018
Raúl Brasca, a quien agradecemos infinitamente su colaboración, nos envía el siguiente dictamen:
Amigos ficticianos:
He leído con placer los epitafios que imaginaron. Como saben, los epitafios son uno de los formatos que suele adoptar la microficción. Quiero hacer algunas precisiones antes de mostrar mis preferencias. En realidad, los epitafios son en tercera persona. No obstante, en ejemplos tan sobresalientes como los de Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, suele hablar el muerto. Por lo tanto, no tomé en cuenta la persona en la que ustedes los escribieron. En cambio, me parece artificial cuando el título del epitafio no es el nombre del finado, como casi invariablemente es; incluso entre signos de admiración: ¡Jorge!, por ejemplo. Por eso, mi lectura buscó prescindir del título al momento de juzgar. El criterio general que apliqué fue ponderar la condensación de significado, la imaginación puesta en juego y la calidad de la escritura, en ese orden. Ahora sí, el dictamen:
1er. Premio:
“Catarsis”, de Enigmática.
Tallerista: Elisa de Armas
La extrema brevedad alcanza para contar naturalmente una post vida finita en la que puede no haber paz. Es una buena idea muy bien aprovechada. Son apenas diecisiete palabras y si se agregara algo, seguramente sobraría.
2do Premio:
“La osamenta de Adán”, de Malvadisco.
Tallerista: Carlos Bortoni.
Absoluta precisión para contar el ímprobo trabajo de recuperar la costilla y sus consecuencias sobre Eva, clara alusión intertextual.
3er. Premio
“Descanso”, de Hechicero
Tallerista: Marcial Fernández
Admirable economía para contar el alivio de una familia a causa de la muerte de uno de sus integrantes.
Mención:
“Prematuro” de Hechicero.
Tallerista: José Luis Velarde
Me gusta mucho esta microficción, está al nivel de las premiadas pero no funciona bien porque el título es inverosímil en un epitafio y privilegia un sentido que sería difícilmente accesible sin él.
Felicitaciones a los premiados y al mencionado. También a los autores de “Altruista”, “Sueño cumplido”, “Soñador”, “Inversión real” y “Reencarnación”.
Raúl Brasca
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Amigos ficticianos:
He leído con placer los epitafios que imaginaron. Como saben, los epitafios son uno de los formatos que suele adoptar la microficción. Quiero hacer algunas precisiones antes de mostrar mis preferencias. En realidad, los epitafios son en tercera persona. No obstante, en ejemplos tan sobresalientes como los de Antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters, suele hablar el muerto. Por lo tanto, no tomé en cuenta la persona en la que ustedes los escribieron. En cambio, me parece artificial cuando el título del epitafio no es el nombre del finado, como casi invariablemente es; incluso entre signos de admiración: ¡Jorge!, por ejemplo. Por eso, mi lectura buscó prescindir del título al momento de juzgar. El criterio general que apliqué fue ponderar la condensación de significado, la imaginación puesta en juego y la calidad de la escritura, en ese orden. Ahora sí, el dictamen:
1er. Premio:
“Catarsis”, de Enigmática.
Tallerista: Elisa de Armas
La extrema brevedad alcanza para contar naturalmente una post vida finita en la que puede no haber paz. Es una buena idea muy bien aprovechada. Son apenas diecisiete palabras y si se agregara algo, seguramente sobraría.
2do Premio:
“La osamenta de Adán”, de Malvadisco.
Tallerista: Carlos Bortoni.
Absoluta precisión para contar el ímprobo trabajo de recuperar la costilla y sus consecuencias sobre Eva, clara alusión intertextual.
3er. Premio
“Descanso”, de Hechicero
Tallerista: Marcial Fernández
Admirable economía para contar el alivio de una familia a causa de la muerte de uno de sus integrantes.
Mención:
“Prematuro” de Hechicero.
Tallerista: José Luis Velarde
Me gusta mucho esta microficción, está al nivel de las premiadas pero no funciona bien porque el título es inverosímil en un epitafio y privilegia un sentido que sería difícilmente accesible sin él.
Felicitaciones a los premiados y al mencionado. También a los autores de “Altruista”, “Sueño cumplido”, “Soñador”, “Inversión real” y “Reencarnación”.
Raúl Brasca
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Taller Marina
22 de February de 2018 / 09:36
22 de February de 2018 / 09:36
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