SELECCIONES DE JULIO 2023
SELECCIONES DE JULIO 2023
JUEZ: Alejandro Bentivoglio
TEMA: Terror. Cualquier variedad de terror.
Día 1 - Tallerista: Carmen Simón
DESIERTA
Día 2 - Tallerista:
DESIERTA
Día 3 - Tallerista: Jorge Oropeza
DESIERTA
Día 4 - Tallerista: Marcial Fernández
DESIERTA
Día 5 - Tallerista: Daniel Frini
El diario sufrir, de Black Dot
— ¡Te tragas todo! —se burlaban por su aspecto. Bromas gastadas que no dejaban de ser crueles. Carcajadas que se convirtieron en gritos de terror, cuando por fin vino por ellos y solo dejó los huesos limpios..
Día 6 - Tallerista: Daniela Truman
Apocalipsis, de b.
Despertó aterrado. Afuera reinaba la tranquilidad, el sol entraba por la ventana calentándolo suavemente, en la calle no se escuchaba ruido de trafico, tampoco pleitos. Tomó el borde de la sábana con ambas manos y la levantó hasta cubrirse la cabeza. Por ningún motivo saldría de la cama esa mañana, resultaba evidente que el mundo había llegado a su fin.
Día 7 - Tallerista: Sara Coca
Legados de hambre, de Edakos
Nadie come en esta mesa. Nadie duerme en esta cama. Nadie grita en este sótano. Los últimos habitantes de la casa murieron hace años. No saben que están muertos, y que su rutina es completamente inocua para la realidad. Las sobras de una comida fantasmal son muy desabridas. Sus cuerpos fueron roídos hace tiempo ya, y no todos por nosotras. Ahora solo nos queda el aburrido canibalismo entre ratas pulgosas.
La espera, de Carabela
Las hermanas se apostaron en el cruce de caminos en el punto de la aparición. "Apaga la luz", le susurró una a la otra, y con un soplido se apagaron las velas del candelabro. La oscuridad envolvió el lugar, permitiendo apreciar dos luces que se acercaban lentamente hacia ellas. Un ronroneo comenzó a resonar en el aire, transformándose gradualmente en un rugido potente y ensordecedor. Ambas soltaron un grito de terror al sentirse acorraladas por los efluvios que emanaba el espectro. Las dos figuras fantasmagóricas, vestidas con ropajes de otra época, se desvanecieron en el aire con un alarido escalofriante apenas les dio la luz de los faroles del carro.
Al caer la noche, de Black Dot
Me han descubierto. Alguien se asoma a la a la ventana y las cortinas semitransparentes no son suficiente para darme la privacidad necesaria. De nada sirvió que cerrara la puerta con cadena y candado para que no pudiera salir, que me tomara un sedativo para no aullar de dolor, que me quedara dentro de la casa y me desnudara para no dañar mis ropas. Allá afuera los vecinos, con palos y trinches, quieren derribar la puerta y acabar conmigo. Si, en las noches de luna llena yo me convierto en lobo, pero ellos se tornan en monstruos sedientos de sangre.
Día 8 - Tallerista: Dolores “Tequila” Díaz
DESIERTA
Día 9 - Tallerista: Lucía Casas Rey
DESIERTA
Día 10 - Tallerista: Tomás del Rey
REINSERCIÓN, de Héctor
La puerta del cielo se abrió y apareció San Pedro.
—¿Qué haces aquí, hijo?
A Sebastián la pregunta lo tomó por sorpresa.
—Vengo porque acabo de morir.
—No sé qué está pasando. Últimamente estamos teniendo este problema.
Sebastián no entendió nada. San Pedro se le acercó, le tocó la frente con la mano y dijo:
—Regrésate, tú no estás muerto.
Sebastián despertó dentro de un espacio donde apenas cabía.
Siete pies arriba, sus familiares,amigos y conocidos abandonaban el lugar.
Día 11 - Tallerista: Carlos Bortoni
titulo: Ritual
autor: cero
Trabajaron más duro que nunca, aquella fiesta pagana que se acercaba les hacía olvidar su condición de esclavos; nadie escapó del sótano de castigo ni robó comida. Míster Thompson, el dueño de la Plantación, en un acto poco común en él, les otorgó dos dias, de esa manera aprovecharía para ir con su esposa a la ciudad.
El día que salieron para la ciudad, todos los despidieron con caras sonrientes y echpándoles flores. Dejaron a sus cuatro hijos menores hijos al cuidado de las nanas. Al regresar, la escena que vieron fue horrible: Los ritos incluian sacrificar niños...
Día 12 - Tallerista: José Luis “águila descalza” Sandín
Vacío, de b.
Mirando su reflejo, le resultó imposible moverse. Frente a él, la imagen que se proyectaba resultaba de una monstruosidad tal, que no dejaba abierta posibilidad alguna de salir bien librado. Confirmó que en el espejo sólo estaba su silueta.
******
El espejo del alma, de Gata Blues
Aterrado de sí mismo, el monstruo de Frankenstein también quiso huir de su propio reflejo.
Día 13 - Tallerista: Víctor M. Campos
La dama de la tierra, de Black Dot
"—¡Detrás de los árboles! —gritó, espantado, uno de los chicos.
El viento arreció y las hojas hicieron ruido como si una serpiente de muchos metros de longitud se hubiese empezado a mover.
—Allá. Miren cómo ondula —señaló una niña
Todos quedaron fijos en su sitio, el terror en la cara y la sangre helada en las venas. La criatura, parecida a una medusa, con el cuerpo lleno de pelos y ámpulas, flotó en el aire. El ruido que emitía era semejante a un enjambre de abejas furiosas. Se acercó a Luis, quien no emitió un solo quejido, y lo envolvió con los finos tentáculos. Los chicos sufrieron la misma suerte.
—Ahí en el claro se ven bultos de ropa —dijo uno de los que buscaban a los niños.
Eran pequeños sacos con la piel seca pegada a los huesos. De pronto el viento arreció y oyeron el ruido: como si algo se arrastrase cerca de ellos…".
Divino esperpento, de Edakos
"Dios los creó inocentes y puros, sin rastro de duda hacia el amor que le tenían, y por ello volaban directo a sus fauces, buscando auxilio de aquel terror imposible que había logrado devorar a Satán".
Día 14 - Tallerista: Mónica Brasca
Veneración, de Carabela
Los veía asomarse por la puerta de la celda. Rodeaban la cama a la espera de su muerte con el fin de conseguir un trozo de su cadáver. Parecían buitres vestidos con trajes negros. Uno quería el hígado; otro, el corazón. Dos de ellos se enzarzaron en una pelea por una mano. Los oyó cuchichear y ponerse de acuerdo. Los dedos a la iglesia en Dijon y el resto de la extremidad para una pequeña ermita que se beneficiaría con la afluencia de peregrinos que irían a visitar las reliquias de la futura santa.
Doctrina cristiana, de Trinidad
Flota en el duermevela viscoso del hospital, punteado por el plof de los goteros, cuando ve entrar a la hermana Isabel llevando en una mano la bolsa de recambio para el suero, en la otra, el Catecismo de Segundo Grado.
—¿Quién es Dios? —pregunta la monja.
—Dios es un ser infinitamente bueno, sabio, poderoso… —titubea rebuscando en su memoria.
—No te lo sabes. Empieza de nuevo.
—Dios es un ser infinitamente bueno, sabio, poderoso y eterno, que…que…que premia…
—Aquí tienes. —Le tiende el librito y añade, tajante—: De pie al rincón. No te irás a casa hasta que lo recites de corrido.
Mientras se le escapa la orina caliente, advierte con alivio que un empapador impide que resbale por sus piernas delgadas y se forme en el suelo el charquito que provocaría las risas de toda la clase.
Guardarropa, Black Dot
Dentro del armario habita una criatura abominable. Su origen se remonta al principio de los tiempos, cuando todo estaba en tinieblas y el miedo era algo que aún no tenía nombre. Su forma es borrosa. Está hecha de penumbras y zozobra. Se alimenta de la angustia más pura. Durante el día duerme, como si estuviese muerto, en un capullo invisible. Por las noches encuentra la razón de su existencia en los ojos aterrados de un niño.
Día 15 - Tallerista: Aída López Sosa
DESIERTA
Día 16 - Tallerista:
DESIERTA
Día 17 - Tallerista: Carlos Martín Briceño
Por la boca muere el pez, de Enigmática
Fue en el amanecer de una noche en vela cuando finalmente supo quién arrastraba los pies.
Día 18 - Tallerista: Elisa Armas
DESIERTA
Día 19 - Tallerista: Eliana Soza Martínez
El alimento, de Carabela
Sentí que me movían y al despertar contemplé, con horror, cómo mi compañero de piso desenvolvía mi brazo para comerse las vendas empapadas de sangre. Desde entonces no podía dormir con la escalofriante presencia de aquel hombre hambriento. Ambos estábamos recluidos en el cuarto piso del hospital. Tarrine tenía un espectáculo callejero donde consumía canastas enteras de patatas o manzanas, piedras y animales vivos, pero nunca se sentía lleno y tan insatisfecho estaba que terminó internado por inanición. Durante las horas nocturnas, veía a Tarrine rondar sospechosamente la morgue. Lo seguí y lo sorprendí comiéndose un bebé prematuro. “Ya ve, monsieur, solo esto me sacia”. Y se abalanzó sobre mí con la sierra de dientes distendida hasta las sienes. Logré dominarlo y lo lancé por la ventana. En su descenso, el caníbal abrió la boca tanto que pude ver hasta el fondo del estómago, donde reposaban las almas aullantes de las personas devoradas.
Día 20 - Tallerista: José “El último Abencerraje” Espinosa-Jácome
El engendro, de Gata Blues
No es que el monstruo de Frankenstein quisiese huir de su reflejo en el agua porque sí: al fin y al cabo sólo era una criatura inocente creada a imagen y semejanza de dios.
Sombras de olvido, de Vam Noctvu
--Abuela, pero no tardes-. Susurré en el umbral ante la tarea de cuidar a la tía víctima de alzhéimer. Su demencia la consumía entre sombras y olvido.
La noche avanzaba y decidí leerle a Stephen King, pero el libro que me entregó, "El Resplandor" me inquietó. Me retiré al terminar, atormentado por su mirada.
A medianoche, la tía surgió sobrenatural. Me empujó a la cama, desencadenando una pasión turbia. Una humedad gélida en la cama me despertó horrorizado. ¡La cabeza decapitada de la abuela! En el umbral, mi tía sonreía, susurraba: "aun en la muerte, tú, ella y yo"; hui presa del miedo.
Días después, regresé a la casa, obsesionado por el horror que me acechaba. La tía seguía allí… La abuela, no.
Por las noches, conjurábamos fuerzas oscuras traspasando límites prohibidos. Me sentía atrapado en un torbellino de placeres retorcidos.
El terror se adueñó de mí, pero también la sed de poder y eternidad. La tía y yo entrelazamos nuestros destinos en una danza macabra y eterna..
JUEZ: Alejandro Bentivoglio
TEMA: Terror. Cualquier variedad de terror.
Día 1 - Tallerista: Carmen Simón
DESIERTA
Día 2 - Tallerista:
DESIERTA
Día 3 - Tallerista: Jorge Oropeza
DESIERTA
Día 4 - Tallerista: Marcial Fernández
DESIERTA
Día 5 - Tallerista: Daniel Frini
El diario sufrir, de Black Dot
— ¡Te tragas todo! —se burlaban por su aspecto. Bromas gastadas que no dejaban de ser crueles. Carcajadas que se convirtieron en gritos de terror, cuando por fin vino por ellos y solo dejó los huesos limpios..
Día 6 - Tallerista: Daniela Truman
Apocalipsis, de b.
Despertó aterrado. Afuera reinaba la tranquilidad, el sol entraba por la ventana calentándolo suavemente, en la calle no se escuchaba ruido de trafico, tampoco pleitos. Tomó el borde de la sábana con ambas manos y la levantó hasta cubrirse la cabeza. Por ningún motivo saldría de la cama esa mañana, resultaba evidente que el mundo había llegado a su fin.
Día 7 - Tallerista: Sara Coca
Legados de hambre, de Edakos
Nadie come en esta mesa. Nadie duerme en esta cama. Nadie grita en este sótano. Los últimos habitantes de la casa murieron hace años. No saben que están muertos, y que su rutina es completamente inocua para la realidad. Las sobras de una comida fantasmal son muy desabridas. Sus cuerpos fueron roídos hace tiempo ya, y no todos por nosotras. Ahora solo nos queda el aburrido canibalismo entre ratas pulgosas.
La espera, de Carabela
Las hermanas se apostaron en el cruce de caminos en el punto de la aparición. "Apaga la luz", le susurró una a la otra, y con un soplido se apagaron las velas del candelabro. La oscuridad envolvió el lugar, permitiendo apreciar dos luces que se acercaban lentamente hacia ellas. Un ronroneo comenzó a resonar en el aire, transformándose gradualmente en un rugido potente y ensordecedor. Ambas soltaron un grito de terror al sentirse acorraladas por los efluvios que emanaba el espectro. Las dos figuras fantasmagóricas, vestidas con ropajes de otra época, se desvanecieron en el aire con un alarido escalofriante apenas les dio la luz de los faroles del carro.
Al caer la noche, de Black Dot
Me han descubierto. Alguien se asoma a la a la ventana y las cortinas semitransparentes no son suficiente para darme la privacidad necesaria. De nada sirvió que cerrara la puerta con cadena y candado para que no pudiera salir, que me tomara un sedativo para no aullar de dolor, que me quedara dentro de la casa y me desnudara para no dañar mis ropas. Allá afuera los vecinos, con palos y trinches, quieren derribar la puerta y acabar conmigo. Si, en las noches de luna llena yo me convierto en lobo, pero ellos se tornan en monstruos sedientos de sangre.
Día 8 - Tallerista: Dolores “Tequila” Díaz
DESIERTA
Día 9 - Tallerista: Lucía Casas Rey
DESIERTA
Día 10 - Tallerista: Tomás del Rey
REINSERCIÓN, de Héctor
La puerta del cielo se abrió y apareció San Pedro.
—¿Qué haces aquí, hijo?
A Sebastián la pregunta lo tomó por sorpresa.
—Vengo porque acabo de morir.
—No sé qué está pasando. Últimamente estamos teniendo este problema.
Sebastián no entendió nada. San Pedro se le acercó, le tocó la frente con la mano y dijo:
—Regrésate, tú no estás muerto.
Sebastián despertó dentro de un espacio donde apenas cabía.
Siete pies arriba, sus familiares,amigos y conocidos abandonaban el lugar.
Día 11 - Tallerista: Carlos Bortoni
titulo: Ritual
autor: cero
Trabajaron más duro que nunca, aquella fiesta pagana que se acercaba les hacía olvidar su condición de esclavos; nadie escapó del sótano de castigo ni robó comida. Míster Thompson, el dueño de la Plantación, en un acto poco común en él, les otorgó dos dias, de esa manera aprovecharía para ir con su esposa a la ciudad.
El día que salieron para la ciudad, todos los despidieron con caras sonrientes y echpándoles flores. Dejaron a sus cuatro hijos menores hijos al cuidado de las nanas. Al regresar, la escena que vieron fue horrible: Los ritos incluian sacrificar niños...
Día 12 - Tallerista: José Luis “águila descalza” Sandín
Vacío, de b.
Mirando su reflejo, le resultó imposible moverse. Frente a él, la imagen que se proyectaba resultaba de una monstruosidad tal, que no dejaba abierta posibilidad alguna de salir bien librado. Confirmó que en el espejo sólo estaba su silueta.
******
El espejo del alma, de Gata Blues
Aterrado de sí mismo, el monstruo de Frankenstein también quiso huir de su propio reflejo.
Día 13 - Tallerista: Víctor M. Campos
La dama de la tierra, de Black Dot
"—¡Detrás de los árboles! —gritó, espantado, uno de los chicos.
El viento arreció y las hojas hicieron ruido como si una serpiente de muchos metros de longitud se hubiese empezado a mover.
—Allá. Miren cómo ondula —señaló una niña
Todos quedaron fijos en su sitio, el terror en la cara y la sangre helada en las venas. La criatura, parecida a una medusa, con el cuerpo lleno de pelos y ámpulas, flotó en el aire. El ruido que emitía era semejante a un enjambre de abejas furiosas. Se acercó a Luis, quien no emitió un solo quejido, y lo envolvió con los finos tentáculos. Los chicos sufrieron la misma suerte.
—Ahí en el claro se ven bultos de ropa —dijo uno de los que buscaban a los niños.
Eran pequeños sacos con la piel seca pegada a los huesos. De pronto el viento arreció y oyeron el ruido: como si algo se arrastrase cerca de ellos…".
Divino esperpento, de Edakos
"Dios los creó inocentes y puros, sin rastro de duda hacia el amor que le tenían, y por ello volaban directo a sus fauces, buscando auxilio de aquel terror imposible que había logrado devorar a Satán".
Día 14 - Tallerista: Mónica Brasca
Veneración, de Carabela
Los veía asomarse por la puerta de la celda. Rodeaban la cama a la espera de su muerte con el fin de conseguir un trozo de su cadáver. Parecían buitres vestidos con trajes negros. Uno quería el hígado; otro, el corazón. Dos de ellos se enzarzaron en una pelea por una mano. Los oyó cuchichear y ponerse de acuerdo. Los dedos a la iglesia en Dijon y el resto de la extremidad para una pequeña ermita que se beneficiaría con la afluencia de peregrinos que irían a visitar las reliquias de la futura santa.
Doctrina cristiana, de Trinidad
Flota en el duermevela viscoso del hospital, punteado por el plof de los goteros, cuando ve entrar a la hermana Isabel llevando en una mano la bolsa de recambio para el suero, en la otra, el Catecismo de Segundo Grado.
—¿Quién es Dios? —pregunta la monja.
—Dios es un ser infinitamente bueno, sabio, poderoso… —titubea rebuscando en su memoria.
—No te lo sabes. Empieza de nuevo.
—Dios es un ser infinitamente bueno, sabio, poderoso y eterno, que…que…que premia…
—Aquí tienes. —Le tiende el librito y añade, tajante—: De pie al rincón. No te irás a casa hasta que lo recites de corrido.
Mientras se le escapa la orina caliente, advierte con alivio que un empapador impide que resbale por sus piernas delgadas y se forme en el suelo el charquito que provocaría las risas de toda la clase.
Guardarropa, Black Dot
Dentro del armario habita una criatura abominable. Su origen se remonta al principio de los tiempos, cuando todo estaba en tinieblas y el miedo era algo que aún no tenía nombre. Su forma es borrosa. Está hecha de penumbras y zozobra. Se alimenta de la angustia más pura. Durante el día duerme, como si estuviese muerto, en un capullo invisible. Por las noches encuentra la razón de su existencia en los ojos aterrados de un niño.
Día 15 - Tallerista: Aída López Sosa
DESIERTA
Día 16 - Tallerista:
DESIERTA
Día 17 - Tallerista: Carlos Martín Briceño
Por la boca muere el pez, de Enigmática
Fue en el amanecer de una noche en vela cuando finalmente supo quién arrastraba los pies.
Día 18 - Tallerista: Elisa Armas
DESIERTA
Día 19 - Tallerista: Eliana Soza Martínez
El alimento, de Carabela
Sentí que me movían y al despertar contemplé, con horror, cómo mi compañero de piso desenvolvía mi brazo para comerse las vendas empapadas de sangre. Desde entonces no podía dormir con la escalofriante presencia de aquel hombre hambriento. Ambos estábamos recluidos en el cuarto piso del hospital. Tarrine tenía un espectáculo callejero donde consumía canastas enteras de patatas o manzanas, piedras y animales vivos, pero nunca se sentía lleno y tan insatisfecho estaba que terminó internado por inanición. Durante las horas nocturnas, veía a Tarrine rondar sospechosamente la morgue. Lo seguí y lo sorprendí comiéndose un bebé prematuro. “Ya ve, monsieur, solo esto me sacia”. Y se abalanzó sobre mí con la sierra de dientes distendida hasta las sienes. Logré dominarlo y lo lancé por la ventana. En su descenso, el caníbal abrió la boca tanto que pude ver hasta el fondo del estómago, donde reposaban las almas aullantes de las personas devoradas.
Día 20 - Tallerista: José “El último Abencerraje” Espinosa-Jácome
El engendro, de Gata Blues
No es que el monstruo de Frankenstein quisiese huir de su reflejo en el agua porque sí: al fin y al cabo sólo era una criatura inocente creada a imagen y semejanza de dios.
Sombras de olvido, de Vam Noctvu
--Abuela, pero no tardes-. Susurré en el umbral ante la tarea de cuidar a la tía víctima de alzhéimer. Su demencia la consumía entre sombras y olvido.
La noche avanzaba y decidí leerle a Stephen King, pero el libro que me entregó, "El Resplandor" me inquietó. Me retiré al terminar, atormentado por su mirada.
A medianoche, la tía surgió sobrenatural. Me empujó a la cama, desencadenando una pasión turbia. Una humedad gélida en la cama me despertó horrorizado. ¡La cabeza decapitada de la abuela! En el umbral, mi tía sonreía, susurraba: "aun en la muerte, tú, ella y yo"; hui presa del miedo.
Días después, regresé a la casa, obsesionado por el horror que me acechaba. La tía seguía allí… La abuela, no.
Por las noches, conjurábamos fuerzas oscuras traspasando límites prohibidos. Me sentía atrapado en un torbellino de placeres retorcidos.
El terror se adueñó de mí, pero también la sed de poder y eternidad. La tía y yo entrelazamos nuestros destinos en una danza macabra y eterna..
Coordinación Marina 2023
23 de August de 2023 / 23:40
23 de August de 2023 / 23:40
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