Selección día 3 de noviembre
... tic-tac, por confidente
El secreto de su muerte se lo llevaba a la tumba, pero tenía plena seguridad que, el mensaje escrito con su sangre en la pared, le robaría la paz a su hermano.
Eterna discreción, por Black Dot
—Mira, tengo un secreto —dijo y abrió las manos para mostrarme lo que traía en ellas.
En la oscuridad el fulgor iluminó hasta el más recóndito espacio. Mis ojos trataban de adaptarse para ver que era ese brillante objeto. Por fin logré contemplarlo, no fue mucho tiempo, porque mi vista sufría con la luz que despedía. No entendí como había sobrevivido todo este tiempo, los siglos sobre siglos que se apilaban desde su primer momento. ¿Era algo sagrado, demoniaco, un objeto de los alquimistas babilónicos?
—Tienes que jurar que nunca vas a repetir el nombre de lo que has visto —me pidió.
Juré y tú que lees esto tampoco sabrás lo que fue.
Férreo filial, por cero
Llego a casa después de la escuela, al parecer no hay nadie. Como siempre hay comida hecha, empiezo a servirme y escucho ruidos en el sótano, me dirijo hacia ahí y bajo las escalera, esta mamá de espaldas destazando a mi padrastro, de pronto se da cuenta que estoy presente, voltea y dirige el ensangrentado dedo índice de la mano derecha a los labios: Shhhhhhhhh. Esa es nuestra señal de guardar el secreto.
Regreso a la cocina a seguir con la comida. Observo mi sonrisa reflejada en el refrigerador. Odiaba a ese hombre....
El secreto de su muerte se lo llevaba a la tumba, pero tenía plena seguridad que, el mensaje escrito con su sangre en la pared, le robaría la paz a su hermano.
Eterna discreción, por Black Dot
—Mira, tengo un secreto —dijo y abrió las manos para mostrarme lo que traía en ellas.
En la oscuridad el fulgor iluminó hasta el más recóndito espacio. Mis ojos trataban de adaptarse para ver que era ese brillante objeto. Por fin logré contemplarlo, no fue mucho tiempo, porque mi vista sufría con la luz que despedía. No entendí como había sobrevivido todo este tiempo, los siglos sobre siglos que se apilaban desde su primer momento. ¿Era algo sagrado, demoniaco, un objeto de los alquimistas babilónicos?
—Tienes que jurar que nunca vas a repetir el nombre de lo que has visto —me pidió.
Juré y tú que lees esto tampoco sabrás lo que fue.
Férreo filial, por cero
Llego a casa después de la escuela, al parecer no hay nadie. Como siempre hay comida hecha, empiezo a servirme y escucho ruidos en el sótano, me dirijo hacia ahí y bajo las escalera, esta mamá de espaldas destazando a mi padrastro, de pronto se da cuenta que estoy presente, voltea y dirige el ensangrentado dedo índice de la mano derecha a los labios: Shhhhhhhhh. Esa es nuestra señal de guardar el secreto.
Regreso a la cocina a seguir con la comida. Observo mi sonrisa reflejada en el refrigerador. Odiaba a ese hombre....
Jorge Oropeza
07 de December de 2022 / 10:54
07 de December de 2022 / 10:54
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