Selección Día 3 de agosto
El Aforista, por cero
De haber sabido que ibas a morir, no te hubiera matado.
Nadie conoce a nadie, Cris Down
Del asesino no se volvió a saber nada, solo que le vieron abandonar la escena del crimen de la mano de los testigos.
Salto mortal, por Pitágoras
Observé atento cómo el acróbata surcó los aires con gracia y soltura después de tres giros. Entretanto, despreocupado y cruzado de brazos, su colega esperaba con paciencia en el otro trapecio.
Crimen desorganizado, por Tristan
Al regresar a casa después del trabajo, me encontré sentado en la sala, con un disparo en la cabeza. La policía tocó a la puerta, alertada por los vecinos. Les expliqué lo ocurrido, palmearon mi espalda y explicaron que era la tercera vez en la semana que veían un caso como este, en el que el crimen llegaba antes que la víctima. Dijeron que no me preocupara, todo se arreglaría en un día o dos, cuando cazaran al asesino o algún inocente que pronto sería sospechoso de un homicidio por cometer.
Unos minutos tarde, por Big Brother
Parecía que el hombre daba un beso apasionado a su amada cerca del balcón. Al verla caer inconsciente en cuanto la soltó, me acerqué para ayudar. Él me repelió diciéndome que no la tocara ni me metiera en sus asuntos. Después se me vino encima. Le propiné un puñetazo que lo tiró al suelo y me quedé sorprendido al ver que lo había hecho sangrar de la boca. Mientras se incorporaba, su actitud y la feroz mirada me hicieron descubrir que esa sangre no era suya, sino de la incauta mujer a la que acababa de succionar con esos colmillos descomunales..
De haber sabido que ibas a morir, no te hubiera matado.
Nadie conoce a nadie, Cris Down
Del asesino no se volvió a saber nada, solo que le vieron abandonar la escena del crimen de la mano de los testigos.
Salto mortal, por Pitágoras
Observé atento cómo el acróbata surcó los aires con gracia y soltura después de tres giros. Entretanto, despreocupado y cruzado de brazos, su colega esperaba con paciencia en el otro trapecio.
Crimen desorganizado, por Tristan
Al regresar a casa después del trabajo, me encontré sentado en la sala, con un disparo en la cabeza. La policía tocó a la puerta, alertada por los vecinos. Les expliqué lo ocurrido, palmearon mi espalda y explicaron que era la tercera vez en la semana que veían un caso como este, en el que el crimen llegaba antes que la víctima. Dijeron que no me preocupara, todo se arreglaría en un día o dos, cuando cazaran al asesino o algún inocente que pronto sería sospechoso de un homicidio por cometer.
Unos minutos tarde, por Big Brother
Parecía que el hombre daba un beso apasionado a su amada cerca del balcón. Al verla caer inconsciente en cuanto la soltó, me acerqué para ayudar. Él me repelió diciéndome que no la tocara ni me metiera en sus asuntos. Después se me vino encima. Le propiné un puñetazo que lo tiró al suelo y me quedé sorprendido al ver que lo había hecho sangrar de la boca. Mientras se incorporaba, su actitud y la feroz mirada me hicieron descubrir que esa sangre no era suya, sino de la incauta mujer a la que acababa de succionar con esos colmillos descomunales..
Jorge Oropeza
05 de September de 2022 / 14:07
05 de September de 2022 / 14:07
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