Selecciones del día 17 de Agosto
La señal
Por Cero
Era en verdad insoportable, se burlaba de nosotros después de cada batazo. Acordamos que estirar tres veces el dedo meñique sería la señal. "Este home run va por tu hermana", dijo una noche, entre risas, cuando tomó su lugar. Hijo de puta, pensé y moví el dedo tres veces. El pitcher asintió con la cabeza y lanzó la recta de 92 millas directo a su cabeza.
Nadie sospechó nada, solo lo sabemos los dos, pero no podemos con la culpa. En realidad, no era un mal tipo, hasta tenía una fundación para ayudar a los pobres. Ahora lo único que hacemos es colocar la pelota asesina en medio de la mesa y emborracharnos para tratar de olvidar.
Benevolencia
Por Alameda
Suponen que ya no pienso ni siento. Me desespero por hacerles entender que me agobian el pitido constante de los monitores, los cables que me surcan el cuerpo y el profundo olor a desinfectante. Hago un esfuerzo por descifrar lo que dicen sus queridas voces. El menor conserva una pequeña esperanza y se resiste a la propuesta. Los otros dicen que hace días que ya no existo. Al cabo, los tres concuerdan y firman la autorización.
Como en los viejos tiempos
Por Bebe
Había mucho ruido cuando recibí la llamada y no escuché bien sus primeras palabras, pero me pareció un gran honor que Artemio me pidiese que fuera su padrino y testigo en la ceremonia. Me recomendó que acudiera bien vestido para la ocasión, de preferencia de frac y chistera. También me pidió que llevase una pistola por si se aparecía su rival y que guardara discreción. Aunque el lugar y la hora me parecieron poco convencionales, acudí puntualmente. Fue cuando entendí. Pensé que se casaba con Valeria, no que fuera a ser cazado por quien competía con él por sus favores, en un duelo.
Asesinato a manos libres
Por Camaleón
Entre amenazas y gritos, los asesinos bloquearon una arteria. Más tarde, otra. Poco después, ante la mirada impotente de los paramédicos que luchaban por mantenerlo vivo, moría —dentro de la ambulancia atrapada en el tráfico—, el hombre al que habían intentado matar
Disciplina férrea
Por Cicerón
La falta cometida por el alumno ameritaba la suspensión. Sin demora llamaron al director de la escuela, un hombre robusto y tosco quien, frente a la maestra y sus compañeros, no dudó en aplicar la sanción de inmediato. Luego de tomarlo por el cuello, lo mantuvo suspendido en el aire hasta que dejó de moverse.
Una mirada al oriente
Por Pancho Sanza
Cuando se trataba de despedir a un empleado, mi jefe era un experto. Lo observé por varios años y aprendí su técnica, que constaba de hasta nueve opciones, desde cordel hasta ametralladora, pasando por un filosísimo cuchillo. El día que cometí un error me citó en un lúgubre callejón. Después de un breve intercambio de miradas, súbitamente perdió la cabeza y, sin más, se fue al infierno olvidando despedirse. Sorprendido de mi poder de disuasión, enfundé mi katana convertida en la décima alternativa, y bajo la complaciente mirada de la luna, caminé entre el vaporoso aliento citadino hasta zambullirme en el bullicio insomne de aquel barrio noctámbulo.
Naturaleza muerta
Jhonny Pinto
Con pájaros y animales silvestres como testigos, elige lugares apartados y tranquilos -—un bosque, una pradera cercana a un lago, un campo de flores al pie de alguna montaña— para ejecutar sus obras. Sabe que los bellos ramilletes de flores que mezclará con las ramas y hojas que habrá de pintar sobre sus inertes lienzos humanos, mantendrán a estos últimos ocultos de los curiosos y la crítica.
Luna de miel en una isla desierta
Por Dino Sauri O
Relató que vio con horror cómo el hombre que perseguía a su mujer le dio una zancadilla y otro la pateó hasta dejarla inconsciente. Añadió que, después de estrangularla, observó que un tercer individuo la arrojaba al mar. Mientras los presentes en el interrogatorio mostraban su desagrado, el psiquiatra que asistía a la fiscalía movió la cabeza y sentenció:
—Sin duda es un caso evidente del síndrome de personalidad múltiple.
—Sí, tiene razón —le respondió el testigo a su alter ego..
Por Cero
Era en verdad insoportable, se burlaba de nosotros después de cada batazo. Acordamos que estirar tres veces el dedo meñique sería la señal. "Este home run va por tu hermana", dijo una noche, entre risas, cuando tomó su lugar. Hijo de puta, pensé y moví el dedo tres veces. El pitcher asintió con la cabeza y lanzó la recta de 92 millas directo a su cabeza.
Nadie sospechó nada, solo lo sabemos los dos, pero no podemos con la culpa. En realidad, no era un mal tipo, hasta tenía una fundación para ayudar a los pobres. Ahora lo único que hacemos es colocar la pelota asesina en medio de la mesa y emborracharnos para tratar de olvidar.
Benevolencia
Por Alameda
Suponen que ya no pienso ni siento. Me desespero por hacerles entender que me agobian el pitido constante de los monitores, los cables que me surcan el cuerpo y el profundo olor a desinfectante. Hago un esfuerzo por descifrar lo que dicen sus queridas voces. El menor conserva una pequeña esperanza y se resiste a la propuesta. Los otros dicen que hace días que ya no existo. Al cabo, los tres concuerdan y firman la autorización.
Como en los viejos tiempos
Por Bebe
Había mucho ruido cuando recibí la llamada y no escuché bien sus primeras palabras, pero me pareció un gran honor que Artemio me pidiese que fuera su padrino y testigo en la ceremonia. Me recomendó que acudiera bien vestido para la ocasión, de preferencia de frac y chistera. También me pidió que llevase una pistola por si se aparecía su rival y que guardara discreción. Aunque el lugar y la hora me parecieron poco convencionales, acudí puntualmente. Fue cuando entendí. Pensé que se casaba con Valeria, no que fuera a ser cazado por quien competía con él por sus favores, en un duelo.
Asesinato a manos libres
Por Camaleón
Entre amenazas y gritos, los asesinos bloquearon una arteria. Más tarde, otra. Poco después, ante la mirada impotente de los paramédicos que luchaban por mantenerlo vivo, moría —dentro de la ambulancia atrapada en el tráfico—, el hombre al que habían intentado matar
Disciplina férrea
Por Cicerón
La falta cometida por el alumno ameritaba la suspensión. Sin demora llamaron al director de la escuela, un hombre robusto y tosco quien, frente a la maestra y sus compañeros, no dudó en aplicar la sanción de inmediato. Luego de tomarlo por el cuello, lo mantuvo suspendido en el aire hasta que dejó de moverse.
Una mirada al oriente
Por Pancho Sanza
Cuando se trataba de despedir a un empleado, mi jefe era un experto. Lo observé por varios años y aprendí su técnica, que constaba de hasta nueve opciones, desde cordel hasta ametralladora, pasando por un filosísimo cuchillo. El día que cometí un error me citó en un lúgubre callejón. Después de un breve intercambio de miradas, súbitamente perdió la cabeza y, sin más, se fue al infierno olvidando despedirse. Sorprendido de mi poder de disuasión, enfundé mi katana convertida en la décima alternativa, y bajo la complaciente mirada de la luna, caminé entre el vaporoso aliento citadino hasta zambullirme en el bullicio insomne de aquel barrio noctámbulo.
Naturaleza muerta
Jhonny Pinto
Con pájaros y animales silvestres como testigos, elige lugares apartados y tranquilos -—un bosque, una pradera cercana a un lago, un campo de flores al pie de alguna montaña— para ejecutar sus obras. Sabe que los bellos ramilletes de flores que mezclará con las ramas y hojas que habrá de pintar sobre sus inertes lienzos humanos, mantendrán a estos últimos ocultos de los curiosos y la crítica.
Luna de miel en una isla desierta
Por Dino Sauri O
Relató que vio con horror cómo el hombre que perseguía a su mujer le dio una zancadilla y otro la pateó hasta dejarla inconsciente. Añadió que, después de estrangularla, observó que un tercer individuo la arrojaba al mar. Mientras los presentes en el interrogatorio mostraban su desagrado, el psiquiatra que asistía a la fiscalía movió la cabeza y sentenció:
—Sin duda es un caso evidente del síndrome de personalidad múltiple.
—Sí, tiene razón —le respondió el testigo a su alter ego..
carlos martín briceño
05 de September de 2022 / 04:02
05 de September de 2022 / 04:02
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