Seleccionadas del 16 de Junio - de Volkandert, Héctor, Murata, Simbad y Pitágoras
GRANDES ESPERANZAS de Volkandert
Entusiasmada, la cucaracha se frotó las patas delanteras al escuchar que había empezado la guerra nuclear. Supo que minutos después desaparecería su eterno enemigo y el mayor depredador de la historia. El momento había llegado: su resistencia a la radiación le permitirá imponer el nuevo orden mundial.
CUENTAS PENDIENTES de Héctor
Unieron la parte izquierda del cerebro de Tesla con la parte derecha de Einstein en un androide. El robot discute todo el tiempo consigo mismo y nadie lo hace callar, hasta que le cortan la energía. A veces, los científicos escuchan voces provenientes del laboratorio, con todos los aparatos apagados y, por respeto, no intervienen para que se digan todas aquellas cosas que deberían haberse dicho en vida.
BUCLES Y PARADOJAS de Murata
Se embarcó al pasado para cambiar algunas cosas que no le gustaban del presente. A su regreso, la situación era peor que antes y emprendió un nuevo viaje. Desilusionado después de diez incursiones, decidió que lo mejor era entregarles preservativos a sus padres y evitar así su nacimiento. Como acababa de cancelar su porvenir, no existía un momento específico al cual regresar y, al haberse evadido del futuro, sus viajes se diluyeron en la trama del tiempo. De pronto, se encontró de vuelta en el presente que quiso alterar, convencido de que todo había sido un mal sueño y de que la literatura de Ciencia Ficción sobre viajes en el tiempo es tan irreal e ilusoria como intentar ponerlo en práctica.
ARGUCIAS LEGALES de Simbad
Sabía que esos cadáveres descuartizados que aparecían cada mañana por la ciudad no eran personas, sino cuerpos huecos, sin alma, duplicados perfectos de otros. Sabía también que no podrían sentenciarlo por lo que no constituía un crimen. La opinión pública estaba horrorizada y atenta al caso, mientras que el fiscal se hallaba ante una encrucijada. En una jugada magistral durante el juicio, el acusador citó a declarar a un grupo de expertos: médicos, filósofos y especialistas de diversas ramas, a quienes preguntó:
—¿Señores, qué tan equiparables son estos cuerpos a los de un ser humano real?
Después de discutir y deliberar por casi una hora, contestaron:
—Noventa y cinco por ciento. Tal vez más, considerando su perfección.
—Muy bien, gracias caballeros. Solicito entonces a su señoría que, por homicidio equiparado, dicte sentencia al acusado por el noventa y cinco por ciento de los trescientos ocho años que sus asesinatos merecerían. Tal vez más, considerando su perfección.
LA FUGA de Pitágoras
La danza cósmica de Calindra, que orbita alrededor de Bakul, un sol que, a su vez, gira en torno a Alevi, un astro más grande que el que alumbra a la Tierra, da como resultado que los días y las noches —a veces inexistentes como hoy— tengan una duración variable, en tanto que los frecuentes eclipses son espectaculares por sus destellos y colorido. En esas ocasiones los nativos están de fiesta. Celebran la victoria de uno de sus dioses sobre el otro y ofrecen un sacrificio al vencedor. Hoy, mientras el horizonte a mi derecha se tiñe de color violeta al ocultarse uno de ellos y a la izquierda observo los tonos rojos y naranja que anuncian la próxima salida del otro, lamento tener que huir de este paraíso antes del próximo eclipse, pero es imperativo. Era muy tarde cuando le explicaron eso de las ofrendas a mi compañero de viaje..
Entusiasmada, la cucaracha se frotó las patas delanteras al escuchar que había empezado la guerra nuclear. Supo que minutos después desaparecería su eterno enemigo y el mayor depredador de la historia. El momento había llegado: su resistencia a la radiación le permitirá imponer el nuevo orden mundial.
CUENTAS PENDIENTES de Héctor
Unieron la parte izquierda del cerebro de Tesla con la parte derecha de Einstein en un androide. El robot discute todo el tiempo consigo mismo y nadie lo hace callar, hasta que le cortan la energía. A veces, los científicos escuchan voces provenientes del laboratorio, con todos los aparatos apagados y, por respeto, no intervienen para que se digan todas aquellas cosas que deberían haberse dicho en vida.
BUCLES Y PARADOJAS de Murata
Se embarcó al pasado para cambiar algunas cosas que no le gustaban del presente. A su regreso, la situación era peor que antes y emprendió un nuevo viaje. Desilusionado después de diez incursiones, decidió que lo mejor era entregarles preservativos a sus padres y evitar así su nacimiento. Como acababa de cancelar su porvenir, no existía un momento específico al cual regresar y, al haberse evadido del futuro, sus viajes se diluyeron en la trama del tiempo. De pronto, se encontró de vuelta en el presente que quiso alterar, convencido de que todo había sido un mal sueño y de que la literatura de Ciencia Ficción sobre viajes en el tiempo es tan irreal e ilusoria como intentar ponerlo en práctica.
ARGUCIAS LEGALES de Simbad
Sabía que esos cadáveres descuartizados que aparecían cada mañana por la ciudad no eran personas, sino cuerpos huecos, sin alma, duplicados perfectos de otros. Sabía también que no podrían sentenciarlo por lo que no constituía un crimen. La opinión pública estaba horrorizada y atenta al caso, mientras que el fiscal se hallaba ante una encrucijada. En una jugada magistral durante el juicio, el acusador citó a declarar a un grupo de expertos: médicos, filósofos y especialistas de diversas ramas, a quienes preguntó:
—¿Señores, qué tan equiparables son estos cuerpos a los de un ser humano real?
Después de discutir y deliberar por casi una hora, contestaron:
—Noventa y cinco por ciento. Tal vez más, considerando su perfección.
—Muy bien, gracias caballeros. Solicito entonces a su señoría que, por homicidio equiparado, dicte sentencia al acusado por el noventa y cinco por ciento de los trescientos ocho años que sus asesinatos merecerían. Tal vez más, considerando su perfección.
LA FUGA de Pitágoras
La danza cósmica de Calindra, que orbita alrededor de Bakul, un sol que, a su vez, gira en torno a Alevi, un astro más grande que el que alumbra a la Tierra, da como resultado que los días y las noches —a veces inexistentes como hoy— tengan una duración variable, en tanto que los frecuentes eclipses son espectaculares por sus destellos y colorido. En esas ocasiones los nativos están de fiesta. Celebran la victoria de uno de sus dioses sobre el otro y ofrecen un sacrificio al vencedor. Hoy, mientras el horizonte a mi derecha se tiñe de color violeta al ocultarse uno de ellos y a la izquierda observo los tonos rojos y naranja que anuncian la próxima salida del otro, lamento tener que huir de este paraíso antes del próximo eclipse, pero es imperativo. Era muy tarde cuando le explicaron eso de las ofrendas a mi compañero de viaje..
José M. Nuévalos
27 de June de 2022 / 06:41
27 de June de 2022 / 06:41
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