Seleccionadas del 19 de junio
Fragilidad de PI
Arne platica con su compañero de asiento. Voltea hacia la ventanilla y ve cómo la Tierra se aleja rápidamente. Se despide del planeta que le dio tantas satisfacciones —y ganancias— para permitirle ser uno de los quinientos que van a bordo. Son los mejores: los capitanes de la industria, el comercio, la banca, las telecomunicaciones, la política y de aquellas actividades que permiten amasar grandes fortunas. En dos días llegarán a Olimpia, la idílica colonia en Marte donde vivirán rodeados de todas las comodidades y lejos, suficientemente lejos, de ese planeta que ellos mismos condenaron a la destrucción. Atrás se quedan los ejecutivos que dejaron al frente de sus empresas, algunos de los cuales podrían alcanzarlos en unos años, y los millones de seres que hacen que la maquinaria de hacer dinero funcione.
De pronto, emerge una gigantesca llamarada solar que barre el espacio y, como si se tratase de un tsunami, arrastra lo que encuentra a su paso. Si los quinientos aún viven, pronto tendrán a Neptuno a la vista.
Mitología de MURATA
Los colonos arribaron al planeta para terraformarlo. Entre otros implementos, traían consigo explosivos, una bomba de agua y una máquina potabilizadora; un tractor para arar el terreno, un generador eléctrico con potentes reflectores y un vehículo volador, además de equipos de radiocomunicación. Nunca se percataron de la presencia de los nativos que los espiaban, quienes pronto supieron de la existencia y de lo que eran capaces los dioses del trueno y del agua; la diosa de la fertilidad, la de la luz y la deidad del viento. Eran tan poderosos y benévolos, que dotaron de habilidades telepáticas a los semidioses que los acompañaban para poder comunicarse.
Dioses y hombres de SIMBAD
El descubrimiento de una especie de seres bípedos, medianamente inteligentes, en el planeta que visitaban, dividió al consejo de ancianos formado por científicos, políticos, empresarios, artistas e intelectuales. Una facción opinaba que habría que conquistar sus territorios, evangelizar a los pobladores y hacerlos esclavos para explotar sus riquezas. Una vez agotadas, se retirarían. Otro grupo proponía educarlos y transmitirles sus conocimientos para que superaran su precaria situación. Uno más sugería formar, junto con ellos, una nueva sociedad. El último planteaba no intervenir, reconociendo el derecho de toda especie a desarrollarse sin injerencia externa. Finalmente acordaron realizar las tres primeras propuestas en diferentes regiones como China, la India, Mesopotamia, Egipto y partes de América durante cierto tiempo, en tanto que la cuarta se pondría en práctica en el resto de la Tierra.
Cumplido el plazo, se reunieron para analizar los resultados. "Es inútil —dijo uno—. Cada una de las civilizaciones que construimos se derrumbaron. Son idólatras, obstinados, egoístas, violentos, ambiciosos y jamás se ponen de acuerdo entre ellos. Propongo que busquemos en otro lugar". Todos estuvieron de acuerdo y, luego de recoger los implementos tecnológicos que permitieron realizar obras monumentales, alzaron el vuelo en busca de un sistema solar con criaturas más inteligentes.
El prototipo de BEBÉ
Desde su concepción, en el cerebro de un genio, hasta su nacimiento, a manos de un equipo técnico en el laboratorio, habrían de pasar varios años durante los cuales le ponían y le quitaban piezas, modificaban su programa y lo sometían a pruebas extenuantes de rendimiento y otras, más dolorosas, de resistencia. Le parecía injusto haber perdido tanto tiempo como conejillo de Indias, mientras que, sin tanto sufrimiento, a sus hermanos, que saldrían de una línea de producción, solo les tomaría unos cuantos días para ver la luz.
DE AQUÍ A LA ALTERIDAD DE Auguste Mont Rose
El 24 de junio de 2521, Heraclio logró lo que buscaba: navegar más allá del tiempo. Disminuyó el impulso de la nave. Estaba en Júpiter, en Europa para ser exactos, uno de los satélites Galileo. Después de vagar sobre selvas, desiertos, mares y montañas nevadas, descubrió iluminaciones de neón y descendió sobre una metrópoli.
Los semáforos rielaban ordenando auto aviones. Deambuló entre tabernas céntricas con jóvenes de indistintos géneros y atavíos extravagantes. Se introdujo a un antro de mujeres con aurículas de lobo. Danzaban. Entre ellas vagaba un personaje heteróclito, de edad mediana. Se acercó para observarlo. Descubrió en él sus propios rasgos y análoga estatura y complexión. Nadie hacía caso al desconocido : parecían divertirse en una noche de disfraces. No se asombraban al verlo a excepción de un sujeto que despertó su interés, quien, al sentirse acechado abandonó la taberna de inmediato. Acosado, comenzó a deslizarse en su trayecto. Endémico volteaba hacia atrás.
Heraclio se apresuró para darle alcance. Mas el individuo hizo lo mismo durante cuadras enteras hasta llegar a un edificio donde –en lugar de apartamentos– había criptas. En una arista el fugitivo se replegó y Heaclio, al alcanzar la misma, ya no percibiría nada. Le dio por examinar los epitafios hasta quedar aturdido cuando leyó
Heraclio Volpi
2097 – 2562
Nüremberg
SUPERANDO A LA NATURALEZA DE Isishayo
Cansado de las largas faenas en el gallinero, el granjero se propuso desarrollar una gallina biónica, más limpia y eficiente que las naturales. Al cabo de varios meses desarrolló diversos prototipos que puso a prueba. Tras ver coronados sus esfuerzos, logró que ya no pusieran huevos a partir de la versión 3.0. En vez de eso, para beneplácito de su esposa, el modelo H incorpora una impresora 3D, que entrega omelettes, huevos con tocino, fritos o hervidos en agua entre un amplio menú, en tanto que el modelo P crea pollitos vivos sin pasar por los engorrosos pasos y cuidados previos. Su mayor éxito es que que los machos resultantes están dotados de un reloj de cuarzo, y cuando llegan a la edad adulta, su canto es más puntual y no lo despiertan antes de tiempo..
Arne platica con su compañero de asiento. Voltea hacia la ventanilla y ve cómo la Tierra se aleja rápidamente. Se despide del planeta que le dio tantas satisfacciones —y ganancias— para permitirle ser uno de los quinientos que van a bordo. Son los mejores: los capitanes de la industria, el comercio, la banca, las telecomunicaciones, la política y de aquellas actividades que permiten amasar grandes fortunas. En dos días llegarán a Olimpia, la idílica colonia en Marte donde vivirán rodeados de todas las comodidades y lejos, suficientemente lejos, de ese planeta que ellos mismos condenaron a la destrucción. Atrás se quedan los ejecutivos que dejaron al frente de sus empresas, algunos de los cuales podrían alcanzarlos en unos años, y los millones de seres que hacen que la maquinaria de hacer dinero funcione.
De pronto, emerge una gigantesca llamarada solar que barre el espacio y, como si se tratase de un tsunami, arrastra lo que encuentra a su paso. Si los quinientos aún viven, pronto tendrán a Neptuno a la vista.
Mitología de MURATA
Los colonos arribaron al planeta para terraformarlo. Entre otros implementos, traían consigo explosivos, una bomba de agua y una máquina potabilizadora; un tractor para arar el terreno, un generador eléctrico con potentes reflectores y un vehículo volador, además de equipos de radiocomunicación. Nunca se percataron de la presencia de los nativos que los espiaban, quienes pronto supieron de la existencia y de lo que eran capaces los dioses del trueno y del agua; la diosa de la fertilidad, la de la luz y la deidad del viento. Eran tan poderosos y benévolos, que dotaron de habilidades telepáticas a los semidioses que los acompañaban para poder comunicarse.
Dioses y hombres de SIMBAD
El descubrimiento de una especie de seres bípedos, medianamente inteligentes, en el planeta que visitaban, dividió al consejo de ancianos formado por científicos, políticos, empresarios, artistas e intelectuales. Una facción opinaba que habría que conquistar sus territorios, evangelizar a los pobladores y hacerlos esclavos para explotar sus riquezas. Una vez agotadas, se retirarían. Otro grupo proponía educarlos y transmitirles sus conocimientos para que superaran su precaria situación. Uno más sugería formar, junto con ellos, una nueva sociedad. El último planteaba no intervenir, reconociendo el derecho de toda especie a desarrollarse sin injerencia externa. Finalmente acordaron realizar las tres primeras propuestas en diferentes regiones como China, la India, Mesopotamia, Egipto y partes de América durante cierto tiempo, en tanto que la cuarta se pondría en práctica en el resto de la Tierra.
Cumplido el plazo, se reunieron para analizar los resultados. "Es inútil —dijo uno—. Cada una de las civilizaciones que construimos se derrumbaron. Son idólatras, obstinados, egoístas, violentos, ambiciosos y jamás se ponen de acuerdo entre ellos. Propongo que busquemos en otro lugar". Todos estuvieron de acuerdo y, luego de recoger los implementos tecnológicos que permitieron realizar obras monumentales, alzaron el vuelo en busca de un sistema solar con criaturas más inteligentes.
El prototipo de BEBÉ
Desde su concepción, en el cerebro de un genio, hasta su nacimiento, a manos de un equipo técnico en el laboratorio, habrían de pasar varios años durante los cuales le ponían y le quitaban piezas, modificaban su programa y lo sometían a pruebas extenuantes de rendimiento y otras, más dolorosas, de resistencia. Le parecía injusto haber perdido tanto tiempo como conejillo de Indias, mientras que, sin tanto sufrimiento, a sus hermanos, que saldrían de una línea de producción, solo les tomaría unos cuantos días para ver la luz.
DE AQUÍ A LA ALTERIDAD DE Auguste Mont Rose
El 24 de junio de 2521, Heraclio logró lo que buscaba: navegar más allá del tiempo. Disminuyó el impulso de la nave. Estaba en Júpiter, en Europa para ser exactos, uno de los satélites Galileo. Después de vagar sobre selvas, desiertos, mares y montañas nevadas, descubrió iluminaciones de neón y descendió sobre una metrópoli.
Los semáforos rielaban ordenando auto aviones. Deambuló entre tabernas céntricas con jóvenes de indistintos géneros y atavíos extravagantes. Se introdujo a un antro de mujeres con aurículas de lobo. Danzaban. Entre ellas vagaba un personaje heteróclito, de edad mediana. Se acercó para observarlo. Descubrió en él sus propios rasgos y análoga estatura y complexión. Nadie hacía caso al desconocido : parecían divertirse en una noche de disfraces. No se asombraban al verlo a excepción de un sujeto que despertó su interés, quien, al sentirse acechado abandonó la taberna de inmediato. Acosado, comenzó a deslizarse en su trayecto. Endémico volteaba hacia atrás.
Heraclio se apresuró para darle alcance. Mas el individuo hizo lo mismo durante cuadras enteras hasta llegar a un edificio donde –en lugar de apartamentos– había criptas. En una arista el fugitivo se replegó y Heaclio, al alcanzar la misma, ya no percibiría nada. Le dio por examinar los epitafios hasta quedar aturdido cuando leyó
Heraclio Volpi
2097 – 2562
Nüremberg
SUPERANDO A LA NATURALEZA DE Isishayo
Cansado de las largas faenas en el gallinero, el granjero se propuso desarrollar una gallina biónica, más limpia y eficiente que las naturales. Al cabo de varios meses desarrolló diversos prototipos que puso a prueba. Tras ver coronados sus esfuerzos, logró que ya no pusieran huevos a partir de la versión 3.0. En vez de eso, para beneplácito de su esposa, el modelo H incorpora una impresora 3D, que entrega omelettes, huevos con tocino, fritos o hervidos en agua entre un amplio menú, en tanto que el modelo P crea pollitos vivos sin pasar por los engorrosos pasos y cuidados previos. Su mayor éxito es que que los machos resultantes están dotados de un reloj de cuarzo, y cuando llegan a la edad adulta, su canto es más puntual y no lo despiertan antes de tiempo..
Eliana Soza
26 de June de 2022 / 06:42
26 de June de 2022 / 06:42
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