Selecciones del día 14
Momento de decisión, de Gesel van God
El científico y su equipo habían descubierto la solución para los males de la humanidad. Todo estaba listo para ponerla a prueba. Desconfiados, se miraban unos a otros, sonreían nerviosamente, se rascaban la cabeza o se tronaban los dedos mientras, sobre la mesa, yacía el maletín abierto. Solo faltaba el valiente que se atreviera a oprimir el botón que detonaría la bomba de antimateria.
Pinturas rupestres, de Lafitte
Refugiado en una cueva, el hombre pinta en las paredes sus recuerdos y lo que le rodea: la constelación de donde proviene y la nave que se aleja; su traje espacial, ahora inservible; a sus compañeros persiguiendo animales para cazarlos y todo aquello que pueda servir como testimonio de cuando fueron abandonados a su suerte en este planeta hostil, después del motín a bordo.
Caos temporal, de Serpico
El piloto acudió de inmediato al punto del que provenía la señal de auxilio. Mientras efectuaba un vuelo de reconocimiento, vio los restos de un avión de la Segunda Guerra Mundial sobre la playa de una enorme isla que no aparecía en los mapas, justo donde se supone que habría estado la Atlántida. Inmediatamente informó a su portaaviones, pero no hubo respuesta. Al volver para reabastecerse se encontró, en su lugar, con un galeón que ostentaba en el mástil una bandera pirata. Los tripulantes corrían despavoridos de un lado a otro y se tiraban al mar mientras el Titanic se aproximaba a toda velocidad. Entretanto, técnicos e ingenieros hacían malabares para corregir los desperfectos causados por un cortocircuito en el Centro Universal de Control del Tiempo..
El científico y su equipo habían descubierto la solución para los males de la humanidad. Todo estaba listo para ponerla a prueba. Desconfiados, se miraban unos a otros, sonreían nerviosamente, se rascaban la cabeza o se tronaban los dedos mientras, sobre la mesa, yacía el maletín abierto. Solo faltaba el valiente que se atreviera a oprimir el botón que detonaría la bomba de antimateria.
Pinturas rupestres, de Lafitte
Refugiado en una cueva, el hombre pinta en las paredes sus recuerdos y lo que le rodea: la constelación de donde proviene y la nave que se aleja; su traje espacial, ahora inservible; a sus compañeros persiguiendo animales para cazarlos y todo aquello que pueda servir como testimonio de cuando fueron abandonados a su suerte en este planeta hostil, después del motín a bordo.
Caos temporal, de Serpico
El piloto acudió de inmediato al punto del que provenía la señal de auxilio. Mientras efectuaba un vuelo de reconocimiento, vio los restos de un avión de la Segunda Guerra Mundial sobre la playa de una enorme isla que no aparecía en los mapas, justo donde se supone que habría estado la Atlántida. Inmediatamente informó a su portaaviones, pero no hubo respuesta. Al volver para reabastecerse se encontró, en su lugar, con un galeón que ostentaba en el mástil una bandera pirata. Los tripulantes corrían despavoridos de un lado a otro y se tiraban al mar mientras el Titanic se aproximaba a toda velocidad. Entretanto, técnicos e ingenieros hacían malabares para corregir los desperfectos causados por un cortocircuito en el Centro Universal de Control del Tiempo..
Mónica Brasca
25 de June de 2022 / 05:08
25 de June de 2022 / 05:08
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.