Muezza era una gata que había acompañado a personajes eminentes de la historia: estuvo al lado de Abraham, fue protegida de Bastet y, en el futuro, sería víctima de la hoguera en el tiempo de Galileo. Por eso, tal vez, al profeta Mahoma le despertó esa predilección por el felino. Dicen que cuando murió el animal, su alma trasiega y politeísta, encontró acogida en las diferentes religiones del mundo..
Aida López Sosa
10 de June de 2022 / 20:16
SELECCIONADA: EL FELINO DE MAHOMA de HÉCTOR 10 de June de 2022 / 20:16
Aida López Sosa
 

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