Selección del día 9 "Wayna Picchu" de Phileas Fogg

Durante mi visita a Lima, Perú, se atravesó un fin de semana y tuve dos días libres. Desde niño me había atraído conocer la legendaria Machu Picchu y esa era la ocasión. Tal vez nunca volvería a tener la oportunidad. Sin perder un instante, conseguí el boleto de avión para ir a Cuzco y de ahí, tomé el tren para visitarla. El trayecto entre las montañas y a lo largo del río Urubamba fue fascinante, pero la vista de aquella antigua ciudad inca me dejó sin aliento. ¡Por fin estaba ahí! Recorrí todos los rincones, escudriñé cada piedra y de pronto, lo vi: era el Wayna Picchu, el enorme risco que se alza imponente frente la ciudad y que puede observarse en casi cualquier fotografía o video. Al mirarlo desde abajo, me llamaron la atención varias líneas casi imperceptibles que vi en la punta. Al consultar con un guía, me indicó que eran construcciones, y cuando le pregunté si era posible subir hasta allá, me respondió con una afirmación, pero que era un camino muy difícil y que si lo intentaba, sería bajo mi propio riesgo. Esas fueron las palabras mágicas. Cinco minutos después ya estaba en camino y, al cabo de más de tres horas, llegaba a la cumbre a punto de desfallecer, pero feliz. Cuando volteé hacia atrás y admiré el panorama que había a mis pies, casi lloré de alegría; las fuerzas regresaron y me quedé mirando, como un bobo, para todas partes mientras mis pulmones se llenaban de ese aire tan puro. Es imposible describir con palabras la vista de la cordillera de los Andes, Machu Picchu y sus alrededores, el río y la selva, que vistos desde ahí, son imágenes que ni el paso de los años borra de los ojos..
Lucía
09 de April de 2022 / 08:17
Selección del día 9 "Wayna Picchu" de Phileas Fogg 09 de April de 2022 / 08:17
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