Combustión
b. b.

Ardió en deseo frente a sus ojos. Ella, con un movimiento sutil de su pierna izquierda, que demostraba más experiencia que calma, empujó las cenizas debajo de la cama mientras terminaba de subirse el vestido.

La fugaz existencia de un tal Phillip Morris
Phileas Fogg

Un fuego abrasador que emanaba de sus entrañas lo consumía. Ardía en deseos por llegar a esos labios voluptuosos y sensuales de rojo carmesí. Cuando estaba a punto de lograrlo, una sorpresiva llamada telefónica bastó para que ella saliera de prisa de la habitación y que, al regresar, lo encontrara exánime, reducido a una colilla, pavesas y una columna de humo moribunda sobre el cenicero.

Modestia aparte
Pitecantropus

Durante la entrevista ante los medios, luego de la conquista de cimas inalcanzables, de la exploración de inhóspitas y oscuras cavernas, de atravesar desiertos ardientes y de haber remontado caudalosos ríos y surcado extensos mares, el famoso aventurero aseguraba que no había ningún mérito ni atractivo en ello: solo se trataba de lugares comunes..