No por mucho madrugar...
Pepe Le Pew

Desde finales de diciembre, cada día se levantaba unos minutos antes. Así comprobó que el dicho popular era erróneo. ¡Sí amanecía más temprano! Lo que ocurrió a partir del solsticio le pareció que era obra del demonio o culpa del maldito horario de verano. Ya habían sido demasiadas desmañanadas al hilo como para tratar de entender lo inexplicable.

El que sabe, sabe
bebé

—Y le ruego que no recurra a lugares comunes —pidió el monarca al escribano.
Entonces, el hombre fue hasta la punta de la montaña para redactar aquel discurso.


Muchedumbre
b.

Necesitaba un baño de multitudes. Se desnudó, extendió los brazos y sometió su cuerpo al intenso influjo de humanidad que lo rodeaba..
Miss Apuestas
21 de March de 2022 / 04:10
Miss Apuestas 21 de March de 2022 / 04:10
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