MINIFICCIONES FINALISTAS DE ENERO DE 2022
La Marina de Ficticia
MINIFICCIONES FINALISTAS DE ENERO DE 2022
Tema: El desenfreno
Juez: Gabriel Ramos, escritor mexicano
Día 1
Tallerista: Carmen Simón
De estallidos y locura
Dino Sauri O.
No se explica los arrebatos de su nieta cada vez que acude a un concierto de ese grupo de chicos coreanos de cabello pintado. Los suyos, en sus tiempos, además de las escapadas sin permiso y los pleitos con sus padres, de los destrozos que causaban esas multitudes, los desmayos y de quedar afónica, eran más que justificados: se trataba de ¡los Beatles!
***
25 de diciembre
Fernando Ira
Dieguito pisotea las ovejas y camellos, campesinas con bebés en brazos; destroza casas, establos, fuentes. Tiene tanta rabia que quiere acabar con el mundo. Grita, blasfema, mientras enarbola los calcetines que le ha traído el niño Dios.
***
Eremita
Pepe Le Pew
Nada parecía perturbarlo ni hacer que perdiera los estribos, excepto la cercanía de otra persona. Por lo demás, en la autocomplaciente soledad del exilio voluntario, era el hombre más correcto, gentil y caritativo.
__________________________________________________________________________________________________
Día 2
Tallerista: Fernando Tamariz
Un leve exabrupto
Pseudónimo
Tomó la escopeta y liquidó a todos los miserables pajarracos que había en el árbol. Luego lo derribó. Ver su flamante Lamborghini mancillado con las heces de aquellos sátrapas era más que un motivo para perder, por un momento, los estribos.
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Día 3
Tallerista: Jorge Oropeza
Educación Vial
Pitágoras
—¿Cómo se le ocurre hacer eso, estúpido? —gritó el hombre al otro conductor mientras se apeaba del vehículo.
—Pero es que yo...
—No hay pero que valga, idiota. ¿Cómo puede andar por la calle en ese cacharro si ni sabe manejar? ¿Ya vio lo que le hizo a mi auto?
—Pero usted fue quien chocó contra el mío.
—Claro, porque frenó de improviso.
—Tenía que hacerlo. Estaba la luz roja del semáforo.
—Ah, ¿sí? ¿Puede probarlo?
—No, pero créame, estaba en rojo.
—Rojos tiene los ojos, maldito borracho irresponsable —le escupió mientras regresaba a su coche donde estaban sus hijos—. Vámonos, niños —dijo enfadado—. No es posible razonar con gente tan cretina y agresiva. Escuchen: para sobrevivir en esta ciudad hay que aprender a lidiar con ellos y, siempre, mantener la calma.
***
Mar agitado
Black Dot
Si le pegaban, contestaba con golpes. Cuando le hablaban de manera despectiva, respondía con gritos. De acuerdo con las emociones, sus nervios contestaban; puñetazos, empujones, mordidas. Todo era emoción, reacciones crudas. No es extraño que una pistola le ayudara a cobrarse todas las afrentas, incluidas las que solo el percibió. De sus acciones emanó sangre, un mar de sangre, solo que no la de él.
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Día 4
Tallerista: Marcial Fernández
Yo no fui
Anayansi Ló.Ma.
Quienes la padecían, exhalaban con fastidio después de sus desplantes. "No era yo", se disculpaba. Por eso, cuando ingresó al psiquiátrico, estaban seguros de que se trataba de otra.
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Día 5
Tallerista: Daniel Frini
Resentido
Black Dot
A todos nos quería por igual según él. Exigía que nuestro amor fuera exclusivo y perene. Nos ordenaba cosas inverosímiles: sacrifica a tu hijo, apedrea a tu esposa, acuéstate con la esclava; solo para después decir que con inmolarle un cordero bastaba, que no le gustaba el adulterio, que reprobaba la violencia. Sus mandamientos eran incumplibles: no matar, no apetecer a la mujer del prójimo; no robar ni codiciar lo que otros tienen. Sobre todas las cosas, era iracundo. Ese era su peor defecto, porque para desquitarse con nosotros había creado el infierno y lo peor, el trabajo.
***
Recuerdos de la infancia
Papalotl
Caminaba por la calle cuando se topó con su peor enemigo, aquel que lo había despreciado y ofendido tanto. En su cabeza sobrevino el caos y, horas después, se preguntaba cómo fue a parar a la cárcel mientras, en el hospital, un inocente hombre vestido de Santa Claus, se debatía entre la vida y la muerte.
***
La primera ley de Newton
bebé
Todo empezó con una mano en el área contraria, agravada por un evidente fuera de lugar. Entre gritos, un rodillazo en partes sensibles, el puño bien dirigido a la nariz y las uñas marcadas en la cara, la falta fue cobrada sin dilación.
Ahora, en tanto se calman los ánimos y regresa de la enfermería, se espera que el árbitro expulse del empleo al acosador.
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Día 6
Tallerista: Daniela Truman
Sado
Gata Blues
Cuando desaté mi ira, se calmó mi fiera.
***
Desde las alturas
Black Dot
Estoy decepcionado de todo: de mis padres y su estúpida costumbre de corregirme, de los maestros y su presumida superioridad, de los curas y su degenerada santidad, de mis hermanos con su conducta intachable. No soporto a los policías y su corrupta vocación de joder a los jodidos. ¡Qué mundo de mierda carajo! Por eso salgo este día y subo las escaleras del edificio en donde trabajé. Me oculto lo mejor que puedo y disparo a la gente en la plaza. Una y otra vez; pop, pop, pop. El miedo, mejor dicho, el terror en sus rostros. Los proyectiles: vuelan y observo a través de la mira telescópica. Soy como un gigante que ha pateado un nido de hormigas solo para aterrorizarlas.
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Día 7
Tallerista: Julia Ortega
Desierto
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Día 8
Tallerista: Dolores Díaz A. (Tequila)
Descenso irreprimible
Black Dot
Las llamadas de la escuela cuando no asistía a clases, los gritos de los padres, la manía de fugarse, los policías que lo regresaban a casa, la desesperación para inyectarse, la angustia de los papás, los policías que ya no le hacían caso al verlo tirado, la estopa con solvente, la lata de pegamento, el alcohol de 96 grados, que tomaba y le cocía los intestinos, el vicio que daba sentido a su vida, la acera en donde se quedaba dormido, las costras de mugre, el olor a orines en su ropa, las miradas de desprecio, el golpe en la puerta de la casa de sus padres, las lágrimas de la madre, su cuerpo limpio gracias a los embalsamadores, el hoyo abierto en la tierra, el sonido del ataúd al descender.
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Día 9
Tallerista: Lucía Casas Rey
Desierto
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Día 10
Tallerista: Tomás del Rey
El líder
Pitecantropus
Cualquier artista, guerrero o comerciante que sobresalía del montón era adorado como un dios; era escandaloso. En tanto los jóvenes ya no respetaban a los mayores, los robos, fraudes y crímenes de toda índole ya eran alarmantes. No se diga de la lujuria, el adulterio y otras conductas que le parecían desbocadas y perversas. Cansado de tanto desenfreno y degradación, se retiró a la montaña a meditar. Fue entonces cuando al patriarca se le ocurrió el cuento de las tablas y los diez mandamientos.
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Día 11
Tallerista: Carlos Bortoni
Fenómenos naturales
Black Dot
Un tornado partió en dos los hemisferios, rayos y truenos retumbaron en los oídos, agua salada le inundo los ojos, el corazón latió con tal alboroto que casi escapaba de su pecho. Sintió que perdía la razón y entre todos los enfermeros lo sujetaron. Súbito, el metal penetró su piel y los químicos inyectados hicieron su trabajo.
__________________________________________________________________________________________________
Día 12
Tallerista: José Luis Sandín (El águila descalza)
Desierto
__________________________________________________________________________________________________
Día 13:
Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno
Oscurecimiento
b
Respiró profundamente desde el diafragma. Lentamente repitió, "tómalo con calma, estás por encima de esto". Visualizó su lugar seguro: una cascada rodeada de vegetación exuberante. Lo hizo una y otra vez hasta conseguir que el cuerpo dejara de temblarle. Abrió los ojos y contempló sus manos y ropas bañadas en sangre. Frente a él yacían los cuerpos acuchillados de tres individuos. Nadie más que pudiera explicarle lo que había sucedido.
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Día 14
Tallerista: Mónica Brasca
Desierto
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Día 15
Tallerista: Alférez (en sustitución de Patricia Mejías)
Plano / secuencia
Chester Truman
La escena en la que debíamos asaltar la ciudad la rodamos en un solo plano / secuencia: estábamos verdaderamente inspirados. Luego el director gritó ¡Corten!, pero a esas alturas nos habíamos metido tanto en el papel que hicimos caso omiso y decidimos pasarle a cuchillo. Ahora nos dirigimos en nuestros vehículos con los ojos inyectados en sangre rumbo a la siguiente ciudad dispuestos a arrasarla. Y que ni se le ocurra a alguien insinuarnos cuando debemos de cortar.
***
El emotivo
Black Dot
Su carácter es como la mar que va y viene, nunca descansa; es un camino sinuoso y accidentado, una flor hermosa y llena de espinas. Esa mente se parece al mundo que gira, regido por fuerzas ingobernables. Lo vemos ascender la montaña de su mal humor, atravesar el río de furia que le corre por las venas y empaparse en ira. Entonces, los ojos se le enturbian igual que los cielos antes de la tormenta, y los nubarrones hacen nido en su cabeza. Todo se convierte en borrasca que le roba la calma. Pierde la razón y los golpes e insultos brotan de él hasta que la rabia se disipa. Es en ese momento cuando enfrenta la resaca funesta de sus desmanes y rompe en llanto, desconsolado.
***
Nadie como él
cero
En nuestros inicios, hicimos un pacto: Keith rompería su batería y yo mi bajo, eso le gustaba a la gente. Luego nos dimos cuenta de que realmente hacíamos buena música, entonces olvidé el acuerdo de despedazar instrumentos.
Moon the Loon se quedó en ese alocado viaje, aumentó aquel desenfreno de hacer explotar baños, meter autos en piscinas, destruir cuartos de hotel, también relaciones; hasta que lo hizo con su propia vida.
There is no substitute, reza una placa en el lugar donde fue cremado. Y tienen razón.
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Día 16
Tallerista: Josep M. Nuévalos
Víctimas
Pitágoras
“Ya verán todos esos idiotas quién es el gallina y el más tonto”, murmura para sí frente al espejo, en tanto coloca el cargador en el arma que sustrajo del armario.
“En poco tiempo lo sabrán'', añade mientras pedalea en su bicicleta, rumbo a la escuela.
***
Un nene caprichoso
Big Brother
Pataletas y desplantes son frecuentes en él. Cegado por la ira y la frustración tras haber perdido la partida contra su adversario, escenificó la última rabieta: ordenó a las huestes que lo siguen a asaltar el Capitolio.
***
Der Führer
Cero
Esta orden no la puedo cumplir. Sé que debo total lealtad, pero esto es inverosímil.
Estoy temblando, pensamientos suicidas me asaltan; nunca me había sentido así.
El teléfono suena, ¡me tiemblan las manos!
Debo contestar, "Aquí Von Choltitz". Del otro lado, aquella horrible voz y su siniestra pregunta: "¿Arde Paris?".
__________________________________________________________________________________________________
Día 17
Tallerista: Carlos Martín Briceño
Sin frenos
Pitecantropus
Mi gran problema es el autocontrol. Con facilidad me irrito, pierdo la cabeza y tengo que pagar las consecuencias. Algo parecido me ocurre con las mujeres. Los resultados, hasta donde recuerdo, se llaman Mariano, Aranza, Lucas, Santiago, Valeria, Rogelio, Astrid, Patricia y apenas hace unos días, Enésimo.
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Día 18
Tallerista: Elisa de Armas
El pecado de la carne
Phileas Fogg
Ver aquellas siluetas con un bronceado perfecto dando vueltas frente a sus ojos le nublaba la razón y despertaba su más feroz apetito. La tentación al ver esos muslos y cuerpos desnudos era irresistible. Sabía que, al ceder a ella, faltaba a sus principios, corría riesgos y, además, debía enfrentar el repudio de su mujer. Poco le importó. Minutos después se le veía entregado al placer largamente prohibido de devorar uno de aquellos apetitosos pollos rostizados mientras musitaba: "Al diablo con la dieta, el vegetarianismo y el peligro de otro infarto"
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Día 19
Tallerista: Josep M. Nuévalos (en sustitución de Paola Tena)
Amor, con amor se paga
Pi
Pronto celebrarían otro aniversario de bodas. Un vestido, zapatos o un bolso serían el regalo perfecto; tal vez una cena romántica, pero sospechaba que, como en todos los años anteriores, su regalo sería una licuadora, un extractor de jugo, una lavadora o algo similar. Como era costumbre, resarciría a su marido con un equivalente. Llegado el día, el aerodinámico y práctico cuchillo eléctrico que ella recibió encontró su camino hasta el corazón del hombre, en tanto que la motosierra que le obsequiara a él fue la herramienta ideal para degollarla de un tajo.
***
Un hombre de otros tiempos
Serpico
Poseía un lenguaje bastante rudimentario y sus hábitos de supervivencia y procreación eran, por decir lo menos, salvajes y desenfrenados. Después de su aprehensión y con ayuda de un intérprete, se argumentó en el juicio que su comportamiento era el usual de donde provenía. De nada sirvió; nadie creyó la burda historia y fue sentenciado a la silla eléctrica bajo los cargos de asesinato en serie y violación. Durante la autopsia de ley ocurrió un hallazgo inesperado y hoy, tras el escarnio y el repudio que sufrió en vida, la ciencia guarda un respetuoso luto por la sensible pérdida de tan distinguido caballero: un auténtico Hombre de Neandertal descubierto por la prueba genética.
***
Inteligencias: Artificial versus Natural
Calle 4
Le encantaba el ajedrez. Sin embargo, su fastidio iba en aumento después de cada partida. Él jugaba, mientras que su contrincante seguía las rutinas e instrucciones del programa residente en su memoria. Todo era demasiado mecánico y no había disfrute. Desesperado por la frustración de verse derrotado una y otra vez por el robot, conectó cables a cada una de las piezas de su contrincante. Tampoco logró ganar, pero jamás olvidará la diversión al observar los saltos del androide cada vez que acercaba la mano al tablero y cómo le saltaron los ojos y se fundían sus circuitos cuando, finalmente, movió a la reina. También le resultó divertido enterarse de que todos los aparatos del vecindario sufrieron daños.
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Día 20
Tallerista: José T. Espinosa-Jácome (El último Abencerraje)
Capricho Imperial
bebé
Y mientras el ocaso se pintaba de rojos y amarillos en aquel crepúsculo jamás antes visto, desde el balcón, el emperador admiraba el paisaje y tañía su lira.
***
Mensaje desde Buenos Aires
Gesel van God
Querida:
No te extrañe si me desaparezco unos días o si te enteras de que sufrí un infarto. El síndrome de abstinencia es difícil de sobrellevar y la tentación es grande. Aprovecharé este viaje para disfrutar, sin límites, de estas carnes tan apetecibles que veo por todas partes aquí. No te preocupes: no se trata de sexo (aunque bien podría intentarlo de paso), sino de paladear esos cortes estupendos: bifes, chorizos y asados de los que tu arbitraria y unilateral conversión al vegetarianismo me han privado desde hace años. A la mierda con todo eso. Hasta pronto.
Manuel
Enviado desde mi iPhone
***
La otra cara de la moneda
Pseudónimo
Se declaró inocente y víctima de las circunstancias. Decía que su reino no era de este mundo, que había venido a salvarnos del pecado. También para ayudar a los pobres y a quienes sufren. Luego de ser perseguido, capturado y perder la libertad, el veredicto del juez fue la pena de muerte. El clamor popular exigía la crucifixión. De nada le sirvió haber librado a la humanidad de decenas de traficantes, pederastas y criminales. No hubo consideración alguna. Menos aún la habría cuando descubrieron los cadáveres de prostitutas, indigentes, ancianos y enfermos terminales a quienes prometió vida eterna.
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MINIFICCIONES FINALISTAS DE ENERO DE 2022
Tema: El desenfreno
Juez: Gabriel Ramos, escritor mexicano
Día 1
Tallerista: Carmen Simón
De estallidos y locura
Dino Sauri O.
No se explica los arrebatos de su nieta cada vez que acude a un concierto de ese grupo de chicos coreanos de cabello pintado. Los suyos, en sus tiempos, además de las escapadas sin permiso y los pleitos con sus padres, de los destrozos que causaban esas multitudes, los desmayos y de quedar afónica, eran más que justificados: se trataba de ¡los Beatles!
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25 de diciembre
Fernando Ira
Dieguito pisotea las ovejas y camellos, campesinas con bebés en brazos; destroza casas, establos, fuentes. Tiene tanta rabia que quiere acabar con el mundo. Grita, blasfema, mientras enarbola los calcetines que le ha traído el niño Dios.
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Eremita
Pepe Le Pew
Nada parecía perturbarlo ni hacer que perdiera los estribos, excepto la cercanía de otra persona. Por lo demás, en la autocomplaciente soledad del exilio voluntario, era el hombre más correcto, gentil y caritativo.
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Día 2
Tallerista: Fernando Tamariz
Un leve exabrupto
Pseudónimo
Tomó la escopeta y liquidó a todos los miserables pajarracos que había en el árbol. Luego lo derribó. Ver su flamante Lamborghini mancillado con las heces de aquellos sátrapas era más que un motivo para perder, por un momento, los estribos.
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Día 3
Tallerista: Jorge Oropeza
Educación Vial
Pitágoras
—¿Cómo se le ocurre hacer eso, estúpido? —gritó el hombre al otro conductor mientras se apeaba del vehículo.
—Pero es que yo...
—No hay pero que valga, idiota. ¿Cómo puede andar por la calle en ese cacharro si ni sabe manejar? ¿Ya vio lo que le hizo a mi auto?
—Pero usted fue quien chocó contra el mío.
—Claro, porque frenó de improviso.
—Tenía que hacerlo. Estaba la luz roja del semáforo.
—Ah, ¿sí? ¿Puede probarlo?
—No, pero créame, estaba en rojo.
—Rojos tiene los ojos, maldito borracho irresponsable —le escupió mientras regresaba a su coche donde estaban sus hijos—. Vámonos, niños —dijo enfadado—. No es posible razonar con gente tan cretina y agresiva. Escuchen: para sobrevivir en esta ciudad hay que aprender a lidiar con ellos y, siempre, mantener la calma.
***
Mar agitado
Black Dot
Si le pegaban, contestaba con golpes. Cuando le hablaban de manera despectiva, respondía con gritos. De acuerdo con las emociones, sus nervios contestaban; puñetazos, empujones, mordidas. Todo era emoción, reacciones crudas. No es extraño que una pistola le ayudara a cobrarse todas las afrentas, incluidas las que solo el percibió. De sus acciones emanó sangre, un mar de sangre, solo que no la de él.
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Día 4
Tallerista: Marcial Fernández
Yo no fui
Anayansi Ló.Ma.
Quienes la padecían, exhalaban con fastidio después de sus desplantes. "No era yo", se disculpaba. Por eso, cuando ingresó al psiquiátrico, estaban seguros de que se trataba de otra.
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Día 5
Tallerista: Daniel Frini
Resentido
Black Dot
A todos nos quería por igual según él. Exigía que nuestro amor fuera exclusivo y perene. Nos ordenaba cosas inverosímiles: sacrifica a tu hijo, apedrea a tu esposa, acuéstate con la esclava; solo para después decir que con inmolarle un cordero bastaba, que no le gustaba el adulterio, que reprobaba la violencia. Sus mandamientos eran incumplibles: no matar, no apetecer a la mujer del prójimo; no robar ni codiciar lo que otros tienen. Sobre todas las cosas, era iracundo. Ese era su peor defecto, porque para desquitarse con nosotros había creado el infierno y lo peor, el trabajo.
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Recuerdos de la infancia
Papalotl
Caminaba por la calle cuando se topó con su peor enemigo, aquel que lo había despreciado y ofendido tanto. En su cabeza sobrevino el caos y, horas después, se preguntaba cómo fue a parar a la cárcel mientras, en el hospital, un inocente hombre vestido de Santa Claus, se debatía entre la vida y la muerte.
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La primera ley de Newton
bebé
Todo empezó con una mano en el área contraria, agravada por un evidente fuera de lugar. Entre gritos, un rodillazo en partes sensibles, el puño bien dirigido a la nariz y las uñas marcadas en la cara, la falta fue cobrada sin dilación.
Ahora, en tanto se calman los ánimos y regresa de la enfermería, se espera que el árbitro expulse del empleo al acosador.
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Día 6
Tallerista: Daniela Truman
Sado
Gata Blues
Cuando desaté mi ira, se calmó mi fiera.
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Desde las alturas
Black Dot
Estoy decepcionado de todo: de mis padres y su estúpida costumbre de corregirme, de los maestros y su presumida superioridad, de los curas y su degenerada santidad, de mis hermanos con su conducta intachable. No soporto a los policías y su corrupta vocación de joder a los jodidos. ¡Qué mundo de mierda carajo! Por eso salgo este día y subo las escaleras del edificio en donde trabajé. Me oculto lo mejor que puedo y disparo a la gente en la plaza. Una y otra vez; pop, pop, pop. El miedo, mejor dicho, el terror en sus rostros. Los proyectiles: vuelan y observo a través de la mira telescópica. Soy como un gigante que ha pateado un nido de hormigas solo para aterrorizarlas.
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Día 7
Tallerista: Julia Ortega
Desierto
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Día 8
Tallerista: Dolores Díaz A. (Tequila)
Descenso irreprimible
Black Dot
Las llamadas de la escuela cuando no asistía a clases, los gritos de los padres, la manía de fugarse, los policías que lo regresaban a casa, la desesperación para inyectarse, la angustia de los papás, los policías que ya no le hacían caso al verlo tirado, la estopa con solvente, la lata de pegamento, el alcohol de 96 grados, que tomaba y le cocía los intestinos, el vicio que daba sentido a su vida, la acera en donde se quedaba dormido, las costras de mugre, el olor a orines en su ropa, las miradas de desprecio, el golpe en la puerta de la casa de sus padres, las lágrimas de la madre, su cuerpo limpio gracias a los embalsamadores, el hoyo abierto en la tierra, el sonido del ataúd al descender.
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Día 9
Tallerista: Lucía Casas Rey
Desierto
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Día 10
Tallerista: Tomás del Rey
El líder
Pitecantropus
Cualquier artista, guerrero o comerciante que sobresalía del montón era adorado como un dios; era escandaloso. En tanto los jóvenes ya no respetaban a los mayores, los robos, fraudes y crímenes de toda índole ya eran alarmantes. No se diga de la lujuria, el adulterio y otras conductas que le parecían desbocadas y perversas. Cansado de tanto desenfreno y degradación, se retiró a la montaña a meditar. Fue entonces cuando al patriarca se le ocurrió el cuento de las tablas y los diez mandamientos.
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Día 11
Tallerista: Carlos Bortoni
Fenómenos naturales
Black Dot
Un tornado partió en dos los hemisferios, rayos y truenos retumbaron en los oídos, agua salada le inundo los ojos, el corazón latió con tal alboroto que casi escapaba de su pecho. Sintió que perdía la razón y entre todos los enfermeros lo sujetaron. Súbito, el metal penetró su piel y los químicos inyectados hicieron su trabajo.
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Día 12
Tallerista: José Luis Sandín (El águila descalza)
Desierto
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Día 13:
Tallerista: Laura Elisa Vizcaíno
Oscurecimiento
b
Respiró profundamente desde el diafragma. Lentamente repitió, "tómalo con calma, estás por encima de esto". Visualizó su lugar seguro: una cascada rodeada de vegetación exuberante. Lo hizo una y otra vez hasta conseguir que el cuerpo dejara de temblarle. Abrió los ojos y contempló sus manos y ropas bañadas en sangre. Frente a él yacían los cuerpos acuchillados de tres individuos. Nadie más que pudiera explicarle lo que había sucedido.
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Día 14
Tallerista: Mónica Brasca
Desierto
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Día 15
Tallerista: Alférez (en sustitución de Patricia Mejías)
Plano / secuencia
Chester Truman
La escena en la que debíamos asaltar la ciudad la rodamos en un solo plano / secuencia: estábamos verdaderamente inspirados. Luego el director gritó ¡Corten!, pero a esas alturas nos habíamos metido tanto en el papel que hicimos caso omiso y decidimos pasarle a cuchillo. Ahora nos dirigimos en nuestros vehículos con los ojos inyectados en sangre rumbo a la siguiente ciudad dispuestos a arrasarla. Y que ni se le ocurra a alguien insinuarnos cuando debemos de cortar.
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El emotivo
Black Dot
Su carácter es como la mar que va y viene, nunca descansa; es un camino sinuoso y accidentado, una flor hermosa y llena de espinas. Esa mente se parece al mundo que gira, regido por fuerzas ingobernables. Lo vemos ascender la montaña de su mal humor, atravesar el río de furia que le corre por las venas y empaparse en ira. Entonces, los ojos se le enturbian igual que los cielos antes de la tormenta, y los nubarrones hacen nido en su cabeza. Todo se convierte en borrasca que le roba la calma. Pierde la razón y los golpes e insultos brotan de él hasta que la rabia se disipa. Es en ese momento cuando enfrenta la resaca funesta de sus desmanes y rompe en llanto, desconsolado.
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Nadie como él
cero
En nuestros inicios, hicimos un pacto: Keith rompería su batería y yo mi bajo, eso le gustaba a la gente. Luego nos dimos cuenta de que realmente hacíamos buena música, entonces olvidé el acuerdo de despedazar instrumentos.
Moon the Loon se quedó en ese alocado viaje, aumentó aquel desenfreno de hacer explotar baños, meter autos en piscinas, destruir cuartos de hotel, también relaciones; hasta que lo hizo con su propia vida.
There is no substitute, reza una placa en el lugar donde fue cremado. Y tienen razón.
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Día 16
Tallerista: Josep M. Nuévalos
Víctimas
Pitágoras
“Ya verán todos esos idiotas quién es el gallina y el más tonto”, murmura para sí frente al espejo, en tanto coloca el cargador en el arma que sustrajo del armario.
“En poco tiempo lo sabrán'', añade mientras pedalea en su bicicleta, rumbo a la escuela.
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Un nene caprichoso
Big Brother
Pataletas y desplantes son frecuentes en él. Cegado por la ira y la frustración tras haber perdido la partida contra su adversario, escenificó la última rabieta: ordenó a las huestes que lo siguen a asaltar el Capitolio.
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Der Führer
Cero
Esta orden no la puedo cumplir. Sé que debo total lealtad, pero esto es inverosímil.
Estoy temblando, pensamientos suicidas me asaltan; nunca me había sentido así.
El teléfono suena, ¡me tiemblan las manos!
Debo contestar, "Aquí Von Choltitz". Del otro lado, aquella horrible voz y su siniestra pregunta: "¿Arde Paris?".
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Día 17
Tallerista: Carlos Martín Briceño
Sin frenos
Pitecantropus
Mi gran problema es el autocontrol. Con facilidad me irrito, pierdo la cabeza y tengo que pagar las consecuencias. Algo parecido me ocurre con las mujeres. Los resultados, hasta donde recuerdo, se llaman Mariano, Aranza, Lucas, Santiago, Valeria, Rogelio, Astrid, Patricia y apenas hace unos días, Enésimo.
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Día 18
Tallerista: Elisa de Armas
El pecado de la carne
Phileas Fogg
Ver aquellas siluetas con un bronceado perfecto dando vueltas frente a sus ojos le nublaba la razón y despertaba su más feroz apetito. La tentación al ver esos muslos y cuerpos desnudos era irresistible. Sabía que, al ceder a ella, faltaba a sus principios, corría riesgos y, además, debía enfrentar el repudio de su mujer. Poco le importó. Minutos después se le veía entregado al placer largamente prohibido de devorar uno de aquellos apetitosos pollos rostizados mientras musitaba: "Al diablo con la dieta, el vegetarianismo y el peligro de otro infarto"
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Día 19
Tallerista: Josep M. Nuévalos (en sustitución de Paola Tena)
Amor, con amor se paga
Pi
Pronto celebrarían otro aniversario de bodas. Un vestido, zapatos o un bolso serían el regalo perfecto; tal vez una cena romántica, pero sospechaba que, como en todos los años anteriores, su regalo sería una licuadora, un extractor de jugo, una lavadora o algo similar. Como era costumbre, resarciría a su marido con un equivalente. Llegado el día, el aerodinámico y práctico cuchillo eléctrico que ella recibió encontró su camino hasta el corazón del hombre, en tanto que la motosierra que le obsequiara a él fue la herramienta ideal para degollarla de un tajo.
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Un hombre de otros tiempos
Serpico
Poseía un lenguaje bastante rudimentario y sus hábitos de supervivencia y procreación eran, por decir lo menos, salvajes y desenfrenados. Después de su aprehensión y con ayuda de un intérprete, se argumentó en el juicio que su comportamiento era el usual de donde provenía. De nada sirvió; nadie creyó la burda historia y fue sentenciado a la silla eléctrica bajo los cargos de asesinato en serie y violación. Durante la autopsia de ley ocurrió un hallazgo inesperado y hoy, tras el escarnio y el repudio que sufrió en vida, la ciencia guarda un respetuoso luto por la sensible pérdida de tan distinguido caballero: un auténtico Hombre de Neandertal descubierto por la prueba genética.
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Inteligencias: Artificial versus Natural
Calle 4
Le encantaba el ajedrez. Sin embargo, su fastidio iba en aumento después de cada partida. Él jugaba, mientras que su contrincante seguía las rutinas e instrucciones del programa residente en su memoria. Todo era demasiado mecánico y no había disfrute. Desesperado por la frustración de verse derrotado una y otra vez por el robot, conectó cables a cada una de las piezas de su contrincante. Tampoco logró ganar, pero jamás olvidará la diversión al observar los saltos del androide cada vez que acercaba la mano al tablero y cómo le saltaron los ojos y se fundían sus circuitos cuando, finalmente, movió a la reina. También le resultó divertido enterarse de que todos los aparatos del vecindario sufrieron daños.
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Día 20
Tallerista: José T. Espinosa-Jácome (El último Abencerraje)
Capricho Imperial
bebé
Y mientras el ocaso se pintaba de rojos y amarillos en aquel crepúsculo jamás antes visto, desde el balcón, el emperador admiraba el paisaje y tañía su lira.
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Mensaje desde Buenos Aires
Gesel van God
Querida:
No te extrañe si me desaparezco unos días o si te enteras de que sufrí un infarto. El síndrome de abstinencia es difícil de sobrellevar y la tentación es grande. Aprovecharé este viaje para disfrutar, sin límites, de estas carnes tan apetecibles que veo por todas partes aquí. No te preocupes: no se trata de sexo (aunque bien podría intentarlo de paso), sino de paladear esos cortes estupendos: bifes, chorizos y asados de los que tu arbitraria y unilateral conversión al vegetarianismo me han privado desde hace años. A la mierda con todo eso. Hasta pronto.
Manuel
Enviado desde mi iPhone
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La otra cara de la moneda
Pseudónimo
Se declaró inocente y víctima de las circunstancias. Decía que su reino no era de este mundo, que había venido a salvarnos del pecado. También para ayudar a los pobres y a quienes sufren. Luego de ser perseguido, capturado y perder la libertad, el veredicto del juez fue la pena de muerte. El clamor popular exigía la crucifixión. De nada le sirvió haber librado a la humanidad de decenas de traficantes, pederastas y criminales. No hubo consideración alguna. Menos aún la habría cuando descubrieron los cadáveres de prostitutas, indigentes, ancianos y enfermos terminales a quienes prometió vida eterna.
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Coordinación de la Marina 2022.
16 de February de 2022 / 17:46
16 de February de 2022 / 17:46
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