El regreso del Mesías
Tiempo atrás anunciaron su retorno para juzgar a vivos y muertos. A partir de su llegada, desde la seguridad de la nube (mera precaución: una segunda crucifixión sería tropezar dos veces con la misma piedra, además de dolorosa), dicta sus ordenamientos y reglas a los mortales e impone, también, algunos caprichos como solía hacerlo Jahvé, su padre. Con una nueva imagen, más acorde con los tiempos, se hace llamar Mark Zuckerberg y preside el tribunal que, conocido ahora como “El Feis”, “Facebook” o "Meta", aseguran que es completamente democrático e imparcial.
Luz y Fer

Final feliz

Esa mujer me había robado el sueño. Desde que la conocí, no pude quitármela de la cabeza. Era imposible dejar de pensar en ella y en cómo conseguir que accediera a mis deseos. Mis cartas y poemas, con palabras sinceras salidas desde lo más profundo del corazón, consiguieron que, semanas después, se cumplieran mis anhelos. Por fin, al cobijo de las sombras en aquella noche inolvidable, abordó su escoba y huyó.

Papadzul

De nombre raro

Entre las muchas cosas que sus compañeros de odisea odiaban estaba el sonido de su nombre: Luciano, ¿Quién carajos le pone a un hijo Luciano? Y así navegaban en el mar, el capitán dando órdenes que el sordo Luciano no oía o fingía no escuchar. El muy cabrón jamás lavó la cubierta, nunca remó al ritmo de los demás. Cuando lo mandaron al nido no avisó del arribo de los enemigos porque también era mudo. Los latigazos, por ende, tampoco lo hicieron llorar. Lo cierto es que nadie de la tripulación creyó en su sordera sino hasta que las sirenas los diezmaron y el sordomudo fue de los pocos que se salvaron. Aunque, la verdad, nunca pudo contar su historia.

Black Dot
Taxi driver

El día que Borges escribió en “La dicha” que los árboles le daban un poco de miedo, es evidente que no era el pasajero que yo llevaba aquel día, cuando uno de esos imbéciles eucaliptos tuvo la brillante idea de caer mientras pasaba debajo de él con el auto. De no haber sido por los cables eléctricos que retrasaron un segundo la caída, habría terminado aplastado, como aquel infeliz que viajaba en la parte de atrás. Ahora ni él, ni el autor de “El Aleph”, tienen ya motivos para temerles. Yo, que sigo vivo, sí. Y no es precisamente porque sean hermosos.
Bebé.
carlos martín briceño
05 de November de 2021 / 05:07
Selecciones del 17 de octubre 2021 05 de November de 2021 / 05:07
carlos martín briceño
 

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