¡Cachún, cachún, ra, ra...!
Médico de a bordo
bebé
Resultaba complicado atender cualquier enfermedad, más aún si era infecciosa, en nuestra nave que viajaba a miles de kilómetros por hora. El aviso de prohibición de enfermarse que adherí al panel de control no surtió efecto. Fue mejor idea sustituir la placa en la escotilla de expulsión de residuos por la de "Consultorio médico". Desde ese día, mis problemas empezaron a desaparecer.
Espina bífida
Big Brother
Aquella malformación congénita fue corregida con cirugía meses después de su nacimiento. Creció con normalidad hasta llegar a adulto. Sin embargo, la ciencia nunca pudo contener esa lengua, también bífida, que se desarrolló con el tiempo. La amargura y el estigma hacían que sus palabras fueran ácidas y venenosas.
El viaje
YoYo
Observa una luz y unos personajes de batas blancas que lo miran desde lo alto. Sabe que debe ir en esa dirección donde lo esperan sus seres queridos para darle la bienvenida. Piensa que quizás acabe el dolor, allá afuera. Una dulce voz le dice: “Duerme que todavía no es tu hora”. El ojo rutilante sobre la cabeza se apaga con lo que se cierra el camino a la otra vida.
Tres meses después, se encuentra entre los brazos de la doctora que lo operó en el vientre de su madre..
bebé
Resultaba complicado atender cualquier enfermedad, más aún si era infecciosa, en nuestra nave que viajaba a miles de kilómetros por hora. El aviso de prohibición de enfermarse que adherí al panel de control no surtió efecto. Fue mejor idea sustituir la placa en la escotilla de expulsión de residuos por la de "Consultorio médico". Desde ese día, mis problemas empezaron a desaparecer.
Espina bífida
Big Brother
Aquella malformación congénita fue corregida con cirugía meses después de su nacimiento. Creció con normalidad hasta llegar a adulto. Sin embargo, la ciencia nunca pudo contener esa lengua, también bífida, que se desarrolló con el tiempo. La amargura y el estigma hacían que sus palabras fueran ácidas y venenosas.
El viaje
YoYo
Observa una luz y unos personajes de batas blancas que lo miran desde lo alto. Sabe que debe ir en esa dirección donde lo esperan sus seres queridos para darle la bienvenida. Piensa que quizás acabe el dolor, allá afuera. Una dulce voz le dice: “Duerme que todavía no es tu hora”. El ojo rutilante sobre la cabeza se apaga con lo que se cierra el camino a la otra vida.
Tres meses después, se encuentra entre los brazos de la doctora que lo operó en el vientre de su madre..
Per Dona!
19 de July de 2021 / 02:11
19 de July de 2021 / 02:11
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