La herencia
Pepe Le Pew

Decía papá que era necesario estar preparado para cualquier adversidad. Compró desde un caballo, en previsión a una crisis petrolera, hasta una casa-remolque para enfrentar un posible desahucio. Sin hacer caso de las quejas y el horror de mamá, acumuló todo lo que pensaba que podía ser útil en el futuro: más de trescientos pares de zapatos usados, cerca de quinientas garrafas vacías para agua, dos toneladas de periódicos, libros y revistas viejos, doce barricas de vino y otras tantas llenas con clavos, tornillos, tuercas, alambres, cables, componentes electrónicos y otras chácharas metálicas. Además, cinco radios de onda corta, dieciocho televisores, diez computadoras y un generador eléctrico capaz de dar electricidad a medio pueblo. Hasta que fue demasiado tarde. Murió ahogado en deudas, a pesar de mis intentos por rescatarlo. Sí, llegué a sentir un placer casi espurio al descubrir que no tuvo la precaución de adquirir un bote salvavidas, como el que yo acabo de comprar..
Carmen Simón
03 de June de 2021 / 08:51
Selección día 1 03 de June de 2021 / 08:51
Carmen Simón
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.