Selecciones día 7 de mayo (en sustitución de SAPO): suerte a todos!
Final del tiempo, por Black Dot
Los Humboldt eran una familia que llegó a aquel país sin un centavo. A base de trabajo y una que otra triquiñuela el patriarca de la familia se hizo de una fortuna considerable. Los Pérez, nacidos en esa tierra, podían trazar su herencia hasta la fundación de la patria, aunque con el tiempo se vinieron a menos y se multiplicaron en el sentido bíblico. Ni Humboldt ni Pérez dejaron heredad. El uno decidió que lo enterraran con todo su dinero en un gigantesco ataúd, y a su funeral asistieron únicamente las dos ex esposas y los cuatro hijos. El otro, no teniendo un quinto partido en dos, fue sepultado en un hoyo mal hecho y a sus exequias asistieron los cientos de familiares y varias de sus amantes con sus respectivos hijos naturales que, desoladas, lloraban humedeciendo la tierra con sus lágrimas.
Año 2054, por Papalotl
Fui atacado por osos polares y tigres. Días después tuve que huir de una manada de lobos y correr por las calles de Pamplona perseguido por un toro. Cada vez que vivía una de esas aventuras era presa de una profunda melancolía. Más tarde descubrí la causa. La inigualable sensación de una descarga de adrenalina no puede ser igualada, ni con la sorprendente tecnología virtual ni con los recuerdos en réplicas computarizadas, de lo que exterminaron las generaciones que nos dejaron este páramo como herencia.
Rápido y furioso, por Serpico
Aquélla era una auténtica máquina del tiempo heredada de mi padre. Con solo verla era fácil volver al pasado. Doce cilindros en V, veinticuatro válvulas, cuatro correas de distribución y transmisión automática. Ponerla a punto implicaba perderse varios días, los mismos que después se recuperaban al hacer esos largos y veloces recorridos a los cuatro puntos cardinales, con la misma rapidez con la que consumía gasolina. De hecho, lo único que me molesta al grado de enfurecer, es que su testamento no incluyera una provisión para mantenerla..
Los Humboldt eran una familia que llegó a aquel país sin un centavo. A base de trabajo y una que otra triquiñuela el patriarca de la familia se hizo de una fortuna considerable. Los Pérez, nacidos en esa tierra, podían trazar su herencia hasta la fundación de la patria, aunque con el tiempo se vinieron a menos y se multiplicaron en el sentido bíblico. Ni Humboldt ni Pérez dejaron heredad. El uno decidió que lo enterraran con todo su dinero en un gigantesco ataúd, y a su funeral asistieron únicamente las dos ex esposas y los cuatro hijos. El otro, no teniendo un quinto partido en dos, fue sepultado en un hoyo mal hecho y a sus exequias asistieron los cientos de familiares y varias de sus amantes con sus respectivos hijos naturales que, desoladas, lloraban humedeciendo la tierra con sus lágrimas.
Año 2054, por Papalotl
Fui atacado por osos polares y tigres. Días después tuve que huir de una manada de lobos y correr por las calles de Pamplona perseguido por un toro. Cada vez que vivía una de esas aventuras era presa de una profunda melancolía. Más tarde descubrí la causa. La inigualable sensación de una descarga de adrenalina no puede ser igualada, ni con la sorprendente tecnología virtual ni con los recuerdos en réplicas computarizadas, de lo que exterminaron las generaciones que nos dejaron este páramo como herencia.
Rápido y furioso, por Serpico
Aquélla era una auténtica máquina del tiempo heredada de mi padre. Con solo verla era fácil volver al pasado. Doce cilindros en V, veinticuatro válvulas, cuatro correas de distribución y transmisión automática. Ponerla a punto implicaba perderse varios días, los mismos que después se recuperaban al hacer esos largos y veloces recorridos a los cuatro puntos cardinales, con la misma rapidez con la que consumía gasolina. De hecho, lo único que me molesta al grado de enfurecer, es que su testamento no incluyera una provisión para mantenerla..
Jorge Oropeza
01 de June de 2021 / 23:41
01 de June de 2021 / 23:41
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.