1- La gesta
Pseudónimo

Surgida de una idea, letra a letra, la palabra adquirió forma y se percibió sustancia y alma. En el sueño de imaginarse realidad, se hizo tierra, agua, viento y fuego. Jugando con el tiempo a ser pasado, presente y porvenir tomó forma de recuerdo o esperanza. En el trayecto fue hombre y mujer, emociones y pasión. Fue alegría y también dolor. Libre al fin de sus cadenas, salió al mundo a conquistarlo, a correr la aventura de ser y provocar, a enamorar, a derramar una lágrima. Entonces, corrió entre el gentío para reinventarse cada vez que alguien la lee o la esgrime, como espada, como flor, como bálsamo o luz en la oscuridad.


2- Tango
Tangó

Los patios desprenden ese perfume intenso a jazmines que alborota la noche porteña, mientras ella camina presurosa y sus tacos altos resuenan sobre la callejuela empedrada. De repente, la mujer se detiene en la vivienda de la ventana encendida que deja ver, tras las cortinas, a un hombre ensimismado frente al piano.

Llama a la puerta. La luna se esconde tras la bruma que viene del rio, no desea iluminar la escena. Sorprendido, el hombre demora en abrir:

—Vengo del arrabal: traigo acordes, nostalgia y dolor —dijo la musa.


3- Abandono
Hoja en Blanco

Llego de la calle, con la ropa y el cabello que escurren esta lluvia fría que no para. Con truenos y relámpagos que cimbran mis pasos y mi pecho. Con las alas de la ilusión despedazadas. Entro al vacío de cuatro paredes a la que llamo casa, hogar y en el que nadie me espera. Donde los sueños se empolvan; son basura que se acumula en un rincón. Me cambio de ropa. Me seco el cabello vuelto una maraña de nudos y canas. Me tumbo en el sillón y apunto el control a la tele para que la realidad trucada que me vende, adormezca mis sentidos. Se corta la corriente eléctrica. Suelto una palabrota de barriada. No me muevo, en espera de que vuelva, pero la ingrata se ha marchado, como tantas otras que prometen volver y no lo hacen. Busco una vela para iluminar mi oscuridad y entonces lo descubro; allí, mirándome con sus pequeños pero expresivos ojos. Las orejas erguidas, el bigote tieso y vibrante. Nos miramos en una súplica perenne. No me mates, dice él. No me dejes solo, digo yo..
Walter Ego
25 de April de 2021 / 09:22
La poesía de los votos 25 de April de 2021 / 09:22
Walter Ego
 

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