¡Porra, porraaaaa!
Futuro
Celecanto
Había vencido a muchos rivales en justa lid. Era el más veloz, el más enérgico y el más apto de los contendientes. Como premio, podía penetrarla. Antes consultó a la bola de cristal qué le depararía esa unión, de llegar a concretarse. Se detuvo frente a la esfera que le manifestó el porvenir: un recién nacido marcado por una enfermedad congénita, un niño al que le tocaría vivir dos guerras antes de los catorce años, un hombre con una esposa controladora, un anciano entre unas cajas de cartón. Ante tales augurios, dio la vuelta y cedió el paso a otro espermatozoide que le conviniera fecundar ese óvulo.
El Aleph de Pierre Menard
Big Brother
Al despertar de aquel sueño maravilloso era demasiado tarde. Borges ya me había ganado la idea. Como lo hice antes con El Quijote, fue una decisión sencilla. Empuñé la pluma y lo volví a escribir. No era complicado: conocía el camino.
Fricciones
Diletante
En silencio, inmune a los reproches de la mujer, él colocaba sus cosas dentro de una valija. Ella pedía explicaciones y le recordaba, a los gritos, que esa noche tenían un compromiso. Por un momento el hombre levantó la vista y la miró de frente. En el destello de sus ojos grises, ella percibió el desprecio. A continuación, como en un caleidoscopio vertiginoso, vio proyectarse en sus pupilas todas las imágenes de su vida juntos. Se vio a sí misma vestida de encaje blanco y a él abrazándola, enamorado. Un poema cursi, el primer café, aquel crucero, los hijos negados, los baños de mar, las llegadas tarde, los viajes por el mundo, los congresos para él solo, la falta de caricias, el olvido de fechas y regalos, la indiferencia de los últimos años. Vio, en ese acto mecánico tantas veces repetido, que él no elegía qué llevarse: reunía en su equipaje todo el universo posible. Y comprendió que, si bien aún seguía allí, ya se había ido para siempre..
Celecanto
Había vencido a muchos rivales en justa lid. Era el más veloz, el más enérgico y el más apto de los contendientes. Como premio, podía penetrarla. Antes consultó a la bola de cristal qué le depararía esa unión, de llegar a concretarse. Se detuvo frente a la esfera que le manifestó el porvenir: un recién nacido marcado por una enfermedad congénita, un niño al que le tocaría vivir dos guerras antes de los catorce años, un hombre con una esposa controladora, un anciano entre unas cajas de cartón. Ante tales augurios, dio la vuelta y cedió el paso a otro espermatozoide que le conviniera fecundar ese óvulo.
El Aleph de Pierre Menard
Big Brother
Al despertar de aquel sueño maravilloso era demasiado tarde. Borges ya me había ganado la idea. Como lo hice antes con El Quijote, fue una decisión sencilla. Empuñé la pluma y lo volví a escribir. No era complicado: conocía el camino.
Fricciones
Diletante
En silencio, inmune a los reproches de la mujer, él colocaba sus cosas dentro de una valija. Ella pedía explicaciones y le recordaba, a los gritos, que esa noche tenían un compromiso. Por un momento el hombre levantó la vista y la miró de frente. En el destello de sus ojos grises, ella percibió el desprecio. A continuación, como en un caleidoscopio vertiginoso, vio proyectarse en sus pupilas todas las imágenes de su vida juntos. Se vio a sí misma vestida de encaje blanco y a él abrazándola, enamorado. Un poema cursi, el primer café, aquel crucero, los hijos negados, los baños de mar, las llegadas tarde, los viajes por el mundo, los congresos para él solo, la falta de caricias, el olvido de fechas y regalos, la indiferencia de los últimos años. Vio, en ese acto mecánico tantas veces repetido, que él no elegía qué llevarse: reunía en su equipaje todo el universo posible. Y comprendió que, si bien aún seguía allí, ya se había ido para siempre..
Busterkeaton
18 de November de 2020 / 08:58
18 de November de 2020 / 08:58
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