Selecciones del día 9 de octubre
"Homo hominis lupus" de Pseudónimo
En octubre de 1941, después de vivir la experiencia de haber visto el universo y tantas maravillas en el Aleph, en la calle, en las escaleras de Constitución, en el subterráneo, me parecieron familiares todas las caras. Vi ojos, inmediatos e interminables, escrutándose en mí como en un espejo, y yo en ellos. En ese momento percibí la hermandad que nos une: descendientes de un tronco común, herederos de los mismos genes, tan iguales como diferentes.
Fue entonces que temí que no quedara una sola cosa capaz de sorprenderme y me equivoqué. La guerra que se libraba por esos años excedía mi capacidad de asombro y aun cuando, felizmente, al cabo de unas noches de insomnio me trabajó otra vez el olvido, me resistí a aceptar que, de la magnífica sinfonía del universo que admiré, pudieran emerger los sonidos de botas, explosiones y la desgarradora disonancia del dolor humano.
"Última oportunidad" de Big Brother
Hay seres que vieron “la luz" en algún objeto, quizás en una estrella o un sol diminuto. Ellos han logrado superar sus circunstancias y trascender.
Otros más afortunados aún, como Borges, se toparon con un Aleph en el sendero y han participado del misterio del universo: van dejando huella en su camino.
Los desventurados que solo tropiezan con piedras en la oscuridad se empeñan en escudriñar cada rincón y cada peldaño de las escaleras que se les cruza al paso.
A mi edad solamente me falta recorrer la escalinata que conduce al infierno..
En octubre de 1941, después de vivir la experiencia de haber visto el universo y tantas maravillas en el Aleph, en la calle, en las escaleras de Constitución, en el subterráneo, me parecieron familiares todas las caras. Vi ojos, inmediatos e interminables, escrutándose en mí como en un espejo, y yo en ellos. En ese momento percibí la hermandad que nos une: descendientes de un tronco común, herederos de los mismos genes, tan iguales como diferentes.
Fue entonces que temí que no quedara una sola cosa capaz de sorprenderme y me equivoqué. La guerra que se libraba por esos años excedía mi capacidad de asombro y aun cuando, felizmente, al cabo de unas noches de insomnio me trabajó otra vez el olvido, me resistí a aceptar que, de la magnífica sinfonía del universo que admiré, pudieran emerger los sonidos de botas, explosiones y la desgarradora disonancia del dolor humano.
"Última oportunidad" de Big Brother
Hay seres que vieron “la luz" en algún objeto, quizás en una estrella o un sol diminuto. Ellos han logrado superar sus circunstancias y trascender.
Otros más afortunados aún, como Borges, se toparon con un Aleph en el sendero y han participado del misterio del universo: van dejando huella en su camino.
Los desventurados que solo tropiezan con piedras en la oscuridad se empeñan en escudriñar cada rincón y cada peldaño de las escaleras que se les cruza al paso.
A mi edad solamente me falta recorrer la escalinata que conduce al infierno..
Lucía
01 de November de 2020 / 12:25
01 de November de 2020 / 12:25
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